En la actualidad, se generan cada año casi 300 millones de toneladas de residuos plásticos en el mundo. Dado que, en su mayoría, se abandonan o no se tratan adecuadamente, la comunidad científica advierte desde hace tiempo sobre el serio problema que supone la contaminación de nuestro planeta por compuestos plásticos.

Múltiples investigaciones han concluido que estos desechos se degradan en partículas diminutas, que cuando son de tamaño menor a 5 mm se consideran microplásticos y con diámetros inferiores a 0,001 mm se conocen como nanoplásticos. Los contaminantes plásticos se dispersan no sólo por tierra, sino por mar y aire, invaden los ecosistemas, ingresan en cadena alimentaria y alcanzan al ser humano.

Las consecuencias para la salud de la especie humana aún son desconocidas, aunque diferentes estudios en modelo animal han asociado la exposición a micro y nanoplásticos con problemas de infertilidad, inflamación y cáncer.

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HALLADOS CONTAMINANTES PLÁSTICOS EN TEJIDOS HUMANOS

Pues bien, un grupo de investigadores presentaron en la Reunión y Exposición Virtual de Otoño de 2020 de la ACS (American Chemical Society), celebrada el pasado 18 de julio, los resultados de un estudio en el que se demuestra por primera vez la presencia de contaminantes plásticos en diferentes tejidos y órganos humanos.

Charles Rolsky, investigador que presentó los resultados, afirma:

-… Hay evidencia de que el plástico se está abriendo camino en nuestros cuerpos, pero muy pocos estudios lo han buscado allí. Y en este punto, no sabemos si este plástico es solo una molestia o si representa un peligro para la salud humana… –

Aunque estudios previos habían concluido que los plásticos pueden ingresar en el interior del organismo a través del tracto gastrointestinal, se desconocía si podían depositarse y acumularse en los tejidos. Los autores de la investigación se propusieron averiguarlo. Para ello obtuvieron 47 muestras de tejidos procedentes de los pulmones, hígado, bazo, riñones y cerebro y los analizaron mediante espectrometría de masas.

De este modo consiguieron detectar docenas de tipos de plásticos en los tejidos analizados, incluidos el policarbonato, el tereftalato de polietileno y el polietileno. Incluso hallaron BPA (bisfenol A) en todas las muestras, a pesar de de que ha sido retirado de la mayoría de recipientes plásticos. Evidentemente, la normativa no ha sido respetada por los fabricantes.

Una investigación realizada el año pasado descubrió que el 58% de las sardinas analizadas en el Mediterráneo Occidental presenta microplásticos en el tracto intestinal. Este porcentaje asciende a un 60% en el caso de las anchoas.

¿DEBEMOS PREOCUPARNOS?

Ante la pregunta de las personas deberían preocuparse por la existencia de contaminantes plásticos en sus tejidos, Varun Kelkar, otro de los investigadores, responde:

-… Nunca queremos ser alarmistas, pero es preocupante que estos materiales no biodegradables que están presentes en todas partes puedan ingresar y acumularse en los tejidos humanos, y no conocemos los posibles efectos en la salud… –

En un futuro pretenden realizar estudios epidemiológicos para evaluar los efectos de los contaminantes plásticos en la salud humano. De ahí que hayan diseñado un programa informático que convierte la información sobre el recuento de partículas de plástico en unidades de masa y superficie. Está información se almacenará en una base de datos y estará accesible para todo investigador que desee -… comparar las exposiciones en órganos y grupos de personas a lo largo del tiempo y del espacio geográfico… -, según declara Rolf Halden, jefe del laboratorio donde se realizó la investigación.

CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES

Los plásticos han pasado en unos pocos de años de ser un gran avance en todos los aspectos posibles, a una seria amenaza medioambiental y, como consecuencia, para la salud humana.

Mientras esperamos a que las autoridades adopten las medidas necesarias (el Parlamento Europeo aprobó la prohibición de productos plásticos de un solo uso a partir de 2021), está en nuestras manos reducir el impacto sobre nuestra salud de la contaminación plástica. Aunque abordaremos este asunto en futuros artículos, a continuación le proponemos dos medidas muy eficaces:

• Reducir en la medida de lo posible la adquisición y uso de recipientes de plástico, así como el consumo de alimentos envasados. 
• Adquirir alguno de los filtros de carbón activado para grifo existentes en el mercado. Así podrá dejar de ingerir el agua embotellada en plástico. Aunque son mucho más caros, lo mejor son los sistemas de filtrado de ósmosis inversa.

Le dejamos con un poco de música: 🙂 

P´REZ&MÜLLER

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