COMO PROTEGER EL HÍGADO CON CARDO MARIANO

Como proteger el hígado con cardo mariano
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Si existe un órgano que, a día de hoy y desde cualquier perspectiva, debemos proteger, ese es el hígado. Y el cardo mariano representa el remedio herbal por excelencia para ello.

Vivimos en una sopa química, tal como mostramos en un artículo antiguo (léalo aquí). Nuestro hígado constituye, junto con los riñones y el intestino, el mayor emuntorio natural, es decir, el órgano de desintoxicación más importante. Sin duda, su función puede verse comprometida como resultado de tanta toxicidad que nos rodea.

Desde la perspectiva oriental, la actualidad reúne todos los factores para afectar la función hepática. La medicina oriental afirma que la energía del hígado se altera como consecuencia del desbordamiento o represión de ciertas emociones: la ira, tanto aguda como crónica, la cólera, el enfado y la frustración perturban el equilibrio energético de nuestro hígado. Y, ¿quién no siente cierto nivel de estas emociones ante los desvaríos políticos a nivel mundial en la actualidad?

Por tanto, para proteger el hígado y asegurar su correcta función, uno de los remedios fitoterapéuticos estrella es el cardo mariano. Hay que decir que existen otros regalos de la naturaleza, como el diente de león, la alcachofera y algunos que describimos en nuestro post Cómo desintoxicar el organismo, pero el cardo de María es el eje de cualquier receta para el cuidado hepático.

QUÉ ES EL CARDO MARIANO

El cardo mariano es una planta de la familia de las compuestas, de nombre científico Silybum marianum (anteriormente, Carduus marianus). También conocida como cardo lechoso o cardo de María, sus hojas son alargadas, grandes, bordeadas de espinos y presentan unas bandas de color blanco a lo largo de sus nervios. Los tallos culminan en unas brácteas espinosas y un precioso capítulo floral de color rojo púrpura donde se encuentran los frutos.

El cardo mariano es nativo de la cuenca mediterránea, Asia menor y se extiende hasta el sur de Rusia. Posteriormente fue introducido en América. Crece en los prados y se la reconoce fácilmente en los márgenes de los caminos o las vías del tren.

Desde tiempos antiguos ha sido empleada por la medicina popular para diversos fines medicinales, entre los que destaca el cuidado del hígado. El primero en recoger por escrito las bondades del cardo mariano fue el médico griego Dioscórides y posteriormente muchos otros han alabado su actividad terapéutica.

La cristiandad la ha tenido en alta estima por la leyenda que le da nombre. El adjetivo mariano deriva de la tradición oral, según la cual la Virgen María, durante su huida a Egipto debida a la persecución de Herodes, buscó un lugar tranquilo para amamantar a su hijo junto a un cardo. El cardo se percató de quienes eran los que se encontraban a su lado y con sus grandes hojas formó un techo para protegerles. En ese momento, la Virgen María derramó leche sobre sus hojas y, desde entonces, poseen esos trazos blancos característicos sobre un fondo de color verde intenso.

Cardo mariano (Sylibum marianus)

Inconfundible cardo mariano.

PRINCIPALES CONSTITUYENTES: LA SILIMARINA

El fruto del cardo mariano contiene entre 1,5 y 3% de silimarina. En realidad, este compuesto biológico es una mezcla de varios flavonoides y flavanolignanos. Entre los primeros encontramos la taxifolina, quercetina, dihidrokemferol, kemferol, apigenina, naringina y otros. Dentro de los flavanolignanos destacan la silibina o silibinina (la de mayor actividad biológica), la silicristina y la silidianina.

Otros componentes proporcionan a la planta un nada desdeñable valor nutricional. Hemos de recordar que el cardo mariano se ha utilizado como alimento desde tiempos remotos. De hecho, en España se emplean las hojas para ensalada y, especialmente, los tallos como ingrediente de guisos. La planta contiene proteínas (25-30%) y ácidos grasos (20-30%). Entre estos últimos encontramos una elevada proporción de ácido linoleico (60%), ácido oleico (30%) y ácido palmítico (9%). Constituyentes menores son el tocoferol (0,04%) y esteroles (0,6%), como colesterol.

Fruto del Sylibum marianum

Fruto del cardo mariano, la parte empleada para las preparaciones fitoterapéuticas.

PARA QUÉ SIRVE EL CARDO MARIANO

Numerosos estudios han demostrado que el cardo mariano exhibe efectos antioxidante, hipolipemiante, antihipertensivo, antidiabético, antiaterosclerótico, antiobesidad y hepatoprotector. Además, actúa como antídoto frente a diferentes venenos biológicos (micotoxinas, venenos de serpientes y toxinas bacterianas) y químicos (pesticidas, metales, fluoruro, agentes cardiotóxicos, neurotóxicos, hepatotóxicos y nefrotóxicos).

Sin embargo, la mayor parte de los de los estudios experimentales y clínicos que se han llevado a cabo con la silimarina han mostrado principalmente las propiedades que analizamos a continuación.

EFECTO DIGESTIVO O EUPÉPTICO

Los estudios clínicos han confirmado la eficacia de la silimarina en personas que sufren trastornos gastrointestinales. Este efecto eupéptico se debe a su capacidad para reducir el meteorismo, aliviar la sensación de hinchazón y flatulencia en el tubo digestivo. También se ha observado un claro incremento del apetito y de la capacidad física.

De hecho, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la Comisión Europea aprueban su uso tradicional para el alivio de la dispepsia, que es la sensación de plenitud, pesadez e indigestión después de comer. Además, también reconocen su utilidad en los trastornos digestivos funcionales de origen biliar.

ACTIVIDAD ANTIHEPATOTÓXICA

Los estudios han demostrado que la silimarina actúa en el hígado como antagonista de diversos agentes hepatotóxicos como la faloidina y la alfa-amanitina (toxinas de la Amanita phalloides, la seta más venenosa), el tetracloruro de carbono, los lantánidos, la tioacetamida y la galactosamina.

El efecto antihepatotóxico de la silimarina se produce a través de dos mecanismos de acción:

1.- Modifica la estructura de la membrana celular de los hepatocitos impidiendo la penetración de los agentes hepatotóxicos al interior de la célula.

2.- Estimula la actividad de la enzima polimerasa A y, por tanto, el aumento de la síntesis proteica en los ribosomas, lo que estimula la capacidad regenerativa del hígado y la creación de nuevos hepatocitos.

La eficacia terapéutica es tanta que puede literalmente salvar la vida de quienes han ingerido hongos venenosos, en especial los hongos amanita. Una revisión científica, que estudió más de 2000 pacientes intoxicados por setas amanita en Europa y América del Norte, concluyó que la silibinina parenteral era el antídoto más efectivo. De hecho, en Alemania existe un preparado de hemisuccinato sódico de silibina de administración intravenosa para el tratamiento del envenenamiento por Amanita phalloides.

Amanita phalloides

Amanita phalloides, u hongo de la muerte, es la seta más venenosa, que causa el 95% de las muertes por consumo de setas en España.

PROPIEDAD HEPATOPROTECTORA

Según la Comisión Europea, los preparados de cardo mariano que contienen un mínimo del 70% de silimarina pueden emplearse no sólo en daños hepáticos agudos de origen tóxico, sino como terapia coadyuvante en el tratamiento de inflamaciones hepáticas crónicas y cirrosis hepática inducida por alcohol, drogas o toxinas.

Los estudios experimentales han revelado que la administración de silimarina (140 mg, 3 veces al día) reduce significativamente la mortalidad en pacientes con cirrosis hepática alcohólica.

Además, los estudios clínicos han puesto de manifiesto que el principio activo del cardo mariano mejora la función inmunitaria de pacientes con antecedentes de enfermedades crónicas del hígado producidas por abuso del alcohol. 

Algunos estudios en modelo animal han obtenido resultados prometedores en cuanto al potencial terapéutico de la silimarina en la frecuente enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y en su forma más grave, la esteatohepatitis no alcohólica (NASH). 

En España aún se comercializa un fármaco del grupo de los lipotrópicos y terapia hepática denominado Legalón, cuyo principio activo es la silimarina y que se indica para «Tratamiento de las lesiones de origen tóxico-metabólico, especialmente aquellas que se caracterizan por una intensa peroxidación, como las provocadas por una ingesta crónica de alcohol y de medicamentos hepato-tóxicos, esteatosis hepática, hepatitis alcohólica y cirrosis hepática». 

Por último, hemos de advertir que, a pesar de su eficacia terapéutica, la silimarina es más efectiva como tratamiento preventivo. Expresado con otras palabras, emplear el cardo mariano como profiláctico resulta mejor que usarlo una vez que se ha producido el daño hepático.

OTROS BENEFICIOS DEL CARDO MARIANO

Tradicionalmente, el cardo lechoso se ha empleado como remedio depurativo, útil en terapias de desintoxicación. Esta indicación se ha demostrado en diferentes estudios. Se ha comprobado que la silimarina estimula la síntesis y actividad de ciertas enzimas que participan en las vías de desintoxicación, como la glutatión-S-transferasa.

La silimarina ha demostrado acción antiinflamatoria y antialérgica tanto en estudios in vitro como in vivo, al suprimir la inflamación celular a través de diferentes vías, entre las que destaca su capacidad para regular las citoquinas responsables de inducir la inflamación. In vitro, dos componentes de la silimarina, la silibina A y la B, exhiben la capacidad de inhibir la proliferación de células T y la secreción de citocinas proinflamatorias. A partir de estos datos, algunos investigadores sugieren una potencial actividad inmunomoduladora del cardo de María. De hecho, algunos estudios sugieren su potencial utilización en el tratamiento sintomático del asma bronquial.

También se ha puesto de manifiesto su efecto hipoglucemiante in vivo. Se ha observado que la administración de silimarina se asocia con una reducción de la resistencia a la insulina y una disminución significativa de los niveles de insulina en ayunas. 

ACCIÓN ANTIOXIDANTE

De sobra conocida es la capacidad antioxidante de los flavonoides, que forman parte de la composición del cardo lechoso. Pero aún hay más. La silimarina en su conjunto ha demostrado, en estudios in vivo e in vitro, actividad antioxidante al reducir la producción de radicales libres y la peroxidación de lípidos. Por otra parte, aumenta la actividad de la superóxido dismutasa y los niveles en sangre de glutatión y glutatión peroxidasa.

Esta actividad antioxidante, junto con el efecto antiinflamatorio e inmunomodulador, no sólo contribuye a la demostrada propiedad hepatoprotectora del cardo mariano, sino que podría ser el fundamento, como concluyen algunos estudios, de las indicaciones tradicionales para la salud de la piel y el cabello, así como para la del sistema nervioso (actividad neuroprotectora). 

Los estudios sugieren que los efectos antiinflamatorio e hipoglucemiante combinados con su demostrada actividad anticolesterolémica convierten al cardo lechero en un remedio con potencial antiaterogénico y preventivo de la enfermedad cardiovascular.

Hojas del cardo de María

EFECTO ANTITUMORAL

En estudios in vitro, la silimarina ha demostrado actividad antitumoral sobre líneas celulares humanas del cáncer de ovario y de mama. Otros estudios han reportado también efectos sobre el cáncer de pulmón, de piel, de próstata, de cuello uterino, de vejiga, carcinoma de hígado y cáncer de colon.

Se ha demostrado que la silimarina tiene propiedades antiangiogénicas en diferentes tipos de cáncer, que es uno de los tratamientos básicos de esta nefasta enfermedad.

Más recientemente se está evaluando el potencial de la silimarina como coadyuvante en tratamientos oncológicos. En primer lugar, actúa de forma sinérgica con quimioterapéuticos como el cisplatino y la doxorubicina. En segundo, lugar, su administración reduce la gravedad de algunos efectos secundarios de la radioterapia.

CÓMO TOMAR CARDO MARIANO

Según la Farmacopea Europea se emplea el fruto maduro desecado. Eso sí, con un contenido mínimo del 1,5% de silimarina. De ahí que, si quisiéramos recolectar por nosotros mismos los frutos de esta planta, para asegurarnos la concentración de principios activos más eficaz deberíamos conocer la temporada correcta de recolección, que suele ser a finales de verano (principios de otoño, según la región), momento en que las flores se han secado.

De acuerdo con la Agencia Europea del Medicamento (EMA), los frutos del cardo mariano pueden prepararse en infusión o en polvo, tomarlos 2-3 veces al día y siempre antes de las comidas. Para preparar una infusión basta con verter agua hirviendo sobre 3-5 gramos de fruto, tapar el recipiente y esperar unos 10 minutos. Si conseguimos pulverizar los frutos, podemos emplear de 300 a 600 mg de polvo en cada toma.

Sin embargo, la mejor forma de aprovechar los beneficios del cardo mariano es mediante un extracto seco estandarizado, cuya dosis variará según el laboratorio fabricante. En general, según la OMS y la Comisión Europea, la dosis diaria recomendada de los extractos estandarizados es de 200-400 mg de silimarina, calculada como silibina.

Infusión de "silimarina"

¿PELIGROS DEL CARDO MARIANO? CONTRAINDICACIONES, INTERACCIONES Y MÁS

La única contraindicación es la hipersensibilidad a la planta o a otras especies de la familia de las Compuestas.

En casos raros pueden presentarse algunos efectos secundarios leves relacionados con la esfera gastrointestinal como sequedad de boca, náuseas, malestar estomacal, irritación gástrica y diarrea.

Aunque la silimarina no es tóxica, ni siquiera a dosis altas, no se aconseja su uso, según la EMA, en niños y adolescentes menores de 18 años, así como durante el embarazo y lactancia, al no existir datos que avalen su seguridad. 

No se han descrito interacciones medicamentosas con repercusión clínica. No obstante, algunos estudios han evidenciado un efecto no significativo sobre la enzima citocromo 450 -encargada de metabolizar los medicamentos en el hígado-, por lo que habría que tener cierta precaución. Si está siguiendo un tratamiento farmacológico, consulte con su facultativo antes de comenzar a tomar cardo mariano.

REFERENCIAS CIENTÍFICAS

Monografía del Cardo mariano de la EMA. 

Beneficios del cardo mariano

Efectos del Cardo mariano

Potencial del Cardo mariano

Cardo mariano, enfermedad hepática y cirrosis

Cardo mariano en enfermedades hepáticas. 

Silimarina contra la inflamación celular

Silibina e inflamación

La silimarina: antioxidante natural.

Silimarina y diabetes

Ficha técnica del Legalón, revisada en enero de 2022 aquí

Potencial del cardo mariano en la diabetes.

Silimarina, metabolismo de los lípidos y los carbohidratos

Silimarina: un agente prometedor para el tratamiento de enfermedades

P´REZ&MÜLLER

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