El proyecto de Humanidad Alfa se sustenta y está comprometido con ciertos valores, que proporcionan sentido a su trabajo. La idea de revolucionar nuestro mundo y el vuestro, de dar un salto cuántico que inicie el desarrollo de todo nuestro potencial y del vuestro, no ha surgido de la nada. Han sido nuestros valores, que queremos compartir con vosotros, los que han actuado de espoleta.
Los valores no son más que creencias que consideramos universales, buenas y deseables. En su conjunto, nos proveen de una estructura interna, que rige nuestra vida y sobre la que desarrollamos todo nuestro potencial como seres humanos.
Los valores son la raíz de cualquier aspecto de nuestra vida. Ellos son los que sirven de base para nuestro pensamiento. Nuestro pensamiento constituye la semilla de nuestras emociones y sentimientos, y éstos dan forma a nuestra conducta y, en definitiva, a nuestro destino. Solemos decir que, si sembramos valores buenos, cosecharemos un destino bueno.
Ahora bien, existen también los contravalores, estos son, las creencias limitantes, cuyos frutos en nuestras vidas no son buenos ni deseables. Creemos que los valores son universales, pero nuestra mente está repleta de contravalores aprendidos e interiorizados durante nuestra vida. Los valores son la base para llevar una existencia plena y realizada, mientras que los contravalores son todo lo contrario: impiden el crecimiento y desarrollo del potencial humano.
Existen obstáculos que nos impiden dar el salto cuántico y revolucionar nuestro mundo. Estos son los contravalores. Por tanto, atarlos, gestionarlos y no permitir que gobiernen nuestra vida es un trabajo interno de vital importancia. Por ejemplo, consideramos contravalores la cobardía y el bienestar. La cobardía está en el origen del miedo y éste coarta cualquier intento de saltar y revolucionar nuestro mundo. El bienestar, que muchos consideran un valor, lo cual no negamos, se convierte en un contravalor cuando descartamos la incomodidad que supone el esfuerzo, la perseverancia y la paciencia necesarias para cambiar nuestras vidas. Estar incomodos no le gusta a la mayoría, pero es preciso perder el miedo a salir del área de confort para crecer y desarrollarse como persona.
El universo de internet está repleto de censores, espías, dictadores, calumniadores, propagadores de mentiras, inquisidores, etc. Mentiríamos si le dijéramos que no nos generan cierto temor, pero hemos sabido vencerlo, gracias a nuestros valores, y hemos lanzado nuestro proyecto. También faltaríamos a la verdad si afirmáramos que nuestra revolución personal y el intento de revolucionar también vuestros mundos resulta un trabajo cómodo. No es así. Precisa esfuerzo, fortaleza, dedicación, etc. Esto son valores.
Otro valor raíz en nuestro proyecto revolucionario es la duda. La duda se constituye en un contravalor cuando su motivación es el miedo y la incertidumbre. No obstante, dudar se convierte en un valor cuando permite la expresión de valores como la introspección, el razonamiento, el discernimiento, etc. Hay que dudar de todo.
Entre los grandes valores que han permitido la creación Humanidad Alfa y el desarrollo de su proyecto destacamos: lo verdadero, lo justo, lo saludable y lo eficiente. Por ejemplo, ¿Es verdadero que las vacunas sean inocuas? ¿Son totalmente saludables? ¿Resultan un fármaco eficiente?…
Otros valores, con mayor componente ético, son: la libertad, la esperanza, el optimismo, entusiasmo, motivación, solidaridad, ayuda, servicio, razonamiento, discernimiento, esfuerzo, perseverancia, paciencia, dedicación constancia, coraje, entereza, generosidad y, por último, amor.
Como no podría ser de otro modo, la decisión de iniciar la andadura de Humanidad Alfa se origina en los valores. Nos han ayudado a orientar nuestro trabajo, a darle sentido, encontrar objetivos y trazas planes. Y, sobre todo, a querer compartirlos con más personas, a encontrar y recibir a todo aquel que desee compartir nuestros valores para construir un mundo mejor.
P´REZ&MÜLLER