INTRODUCCIÓN A LA FITOTERAPIA PARTE II

Introducción a la fitoterapia
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Para sumergirnos en el maravilloso mundo de la fitoterapia (también conocido como herbología), vamos a completar lo que iniciamos. En el primer artículo hicimos una introducción a la terapia con plantas medicinales, por ello sería conveniente que lo leyera antes de adentrarnos un poco más. En cualquier caso, ya explicamos que las propiedades biológicas de las plantas medicinales dependen de la actividad combinada y sinérgica de sus principios activos. También expusimos los fundamentos básicos de la recolección, el secado y la conservación de las plantas, así como las diferentes acciones medicinales, efectos secundarios, contraindicaciones e interacciones.

En este segundo artículo trataremos de forma somera, clara y sencilla las diferentes preparaciones galénicas en fitoterapia y sus diversas formas farmacéuticas y vías de administración.

PREPARACIONES GALÉNICAS EN FITOTERAPIA

A lo largo de la historia la fitoterapia ha desarrollado diversos métodos para aprovechar las virtudes terapéuticas de las plantas. Con el fin de que sus principios activos actúen en el organismo, deben llevarse a cabo una serie de operaciones, que variarán principalmente en función de las características de la planta, su composición y la parte empleada (raíces, hojas, frutos, …). El resultado final de estas operaciones son los diferentes preparados denominados genéricamente «preparaciones galénicas».

PRODUCTOS GALÉNICOS OBTENIDOS POR TRATAMIENTOS MECÁNICOS

Consumir la planta fresca es la forma más sencilla de utilizar sus propiedades medicinales. De este modo, no sólo se aprovechan los principios activos, sino el resto de componentes que, a pesar de no exhibir actividad terapéutica, poseen propiedades nutricionales y otras actividades biológicas de importancia. Sin embargo, la ingesta directa presenta inconvenientes, entre los que destaca la gran cantidad de planta necesaria para alcanzar dosis terapéuticas efectivas.  

Otro método muy empleado en fitoterapia para la obtención de preparados galénicos es la reducción a polvo por medio de la trituración de la planta desecada y su presentación en forma de comprimidos o cápsulas. Esta metodología cuenta con algunas ventajas:

  • Mantiene intacto el contenido de principios activos de la planta.
  • Facilita su manipulación, dosificación y administración.
  • Posibilita la acción farmacológica con dosis menores de planta.

Ahora bien, este tipo de preparación galénica presenta inconvenientes. El polvo de la planta es higroscópico, es decir, absorbe humedad con facilidad, lo que reduce su tiempo de conservación. Las cápsulas, sin embargo, no muestran este inconveniente al preservar herméticamente el contenido. En cualquier caso, la estabilidad y resistencia a la oxidación de la presentación en forma de polvo es menor que en los siguientes preparados galénicos.

PREPARADOS GALÉNICOS OBTENIDOS POR EXTRACCIÓN CON DISOLVENTE

Otro método comúnmente empleado por la herbología tradicional para obtener preparados galénicos consiste en la extracción de los principios activos de la planta medicinal mediante su tratamiento con diferentes disolventes. A pesar de que con esta forma de fabricación no se consume la planta completa, se resuelven los inconvenientes relacionados con la conservación que presentan las preparaciones obtenidas por procedimientos mecánicos.

Además, cuenta con una importante ventaja respecto a la utilización de la planta entera. Mediante la extracción se retiran parte de los componentes neutros (celulosas, resinas, almidón, …), y como consecuencia se produce un aumento de la concentración de principios activos. Por tanto, la cantidad de producto a consumir para alcanzar la dosis eficaz se reduce considerablemente.

Por otra parte, los productos obtenidos por extracción se asimilan mejor y actúan de forma mas rápida. Los preparados con planta completa presentan una menor tasa de absorción intestinal de los principios activos, debido a que estos se liberan de forma incompleta al hallarse integrados en las células vegetales. De ahí que las prescripciones con base en cápsulas o comprimidos de polvo de planta requieran dosis mas altas.  

Ahora bien, los productos galénicos obtenidos por procedimientos extractivos cuentan con una clara desventaja. De acuerdo con la tradición de la fitoterapia, la pérdida del contexto natural de los principios activos y su posterior dilución en un ambiente que no le es propio, reduciría la actividad medicinal del preparado. En otras palabras, no resulta tan eficaz la actividad de los principios activos integrados en la planta, tal como los presenta la naturaleza, que extraídos y diluidos para su consumo.

A continuación, exponemos las diferentes formas de extraer los principios activos.

Fitoterapia, herbología y plantas medicinales

LAS TISANAS

Las tisanas son los preparados galénicos más frecuentemente usado por la herbología popular. Cuando el disolvente utilizado para extraer los principios activos es el agua, las preparaciones se denominan genéricamente tisanas. Por tanto, se trata de un preparado galénico acuoso obtenido gracias al poder de extracción del agua. Si se mantiene el agua en contacto con la planta, ésta cede parte de sus principios activos, concretamente aquellos que son solubles en ella.

Existen diferentes técnicas para obtener una tisana: la infusión, la decocción, la maceración, la digestión, la percolación o lixiviación y la maceración-decocción.

Infusión

La infusión se obtiene por la acción del agua a temperatura cercana a la de ebullición sobre las plantas medicinales y la posterior maceración durante 5 a 15 minutos.

Para preparar una tisana se añade sobre la planta agua hirviendo. Más tarde, se deja reposar (macerar), debiendo taparse el recipiente para evitar la evaporación y la pédida de principios activos. Otro método consiste en introducir la planta en agua fría y calentar hasta la ebullición.

Este procedimiento es muy útil para extraer los principios activos más solubles y se se emplea para las partes blandas: flores, hojas y también tallos tiernos.

Decocción

Las decocciones (o cocimientos) son obtenidas por la acción continua del agua sobre la droga a temperatura de ebullición. Consiste en echar la planta en agua a temperatura de ebullición y dejarla hervir, durante 5 o 20 minutos, en un recipiente cerrado para evitar la evaporación.  Este procedimiento está indicado para las partes más duras de la planta (tallos, cortezas, raíces, …) y es útil en la extracción de los principios activos más solubles.

Maceración

Un macerado se obtiene al mantener en contacto la planta con un disolvente durante largo tiempo. Como líquido extractivo (disolvente) suele usarse habitualmente agua.

Para prepararlo se introduce la planta en agua a temperatura ordinaria durante varias horas, generalmente de 8 a 12 h, pero nunca más de 24 para evitar que proliferen gérmenes. Una vez se ha conseguido la máxima extracción de principios activos, se procede a la filtración con el fin de separar el líquido del resto de la planta.

Una variante de la maceración es la digestión. Consiste en introducir la planta en agua a mayor temperatura de la ordinaria, alrededor de 45 a 55º C. Esto facilita y mejora la extracción y requiere menos tiempo.

Otros procedimientos extractivos son la percolación o lixiviación, aunque se requieren aparatos especiales (percoladores) para su realización. Gracias a estos procesos se consigue extraer de la planta una mayor cantidad de principios activos.

Tisanas: infusión, decocción y maceración

LAS TINTURAS

Las tinturas son preparaciones líquidas muy empleadas por la fitoterapia. Se obtienen por la acción extractiva de un disolvente, generalmente una disolución de agua y alcohol. Tanto las tinturas como los extractos emplean el alcohol como disolvente, por su mayor capacidad extractiva en comparación con el agua. De ahí, que ambas preparaciones tengan una mayor concentración de principios activos que las tisanas.

Para obtener una tintura, la planta seca se macera a temperatura ambiente en una disolución de agua-alcohol, con un grado alcohólico que varía en función de los distintos principios activos de la planta. El tiempo de maceración varía de acuerdo con la parte de la planta empleada, aunque en general suelen ser días (8-10 días).

Las tinturas tienen las siguientes ventajas:

  • Son preparaciones muy simples.
  • Su grado de alterabilidad es reducido.
  • Llevan incluidas las esencias de las plantas solubles en alcohol, algo que no consigue con las tisanas.

Un tipo de tintura especial es el alcoholaturo, que se prepara con las plantas frescas. Se usa principalmente para aquellas plantas cuyos principios activos se alteran durante el proceso de secado.

LOS EXTRACTOS

Empleados por la fitoterapia en tiempos más recientes, los extractos son preparados obtenidos mediante un proceso de concentración de las tisanas y las tinturas. Consiste en elevar la concentración de principios activos de las tisanas o las tinturas por medio de la evaporación del disolvente, ya sea alcohol o agua.

El procedimiento casero para obtener un extracto consiste en dejar que se evapore la solución resultante de la tisana o la tintura. Para ello puede emplearse calor a una temperatura lejana a la de ebullición, por ejemplo, a 50 ºC. Aunque el modo más eficiente requiere material de laboratorio, que permita llevar a cabo el proceso en condiciones de vacío para impedir el daño, la alteración y la pérdida de algunos principios activos. En el laboratorio se usan aparatos como los concentradores al vacío, los nebulizadores o atomizadores y los liofilizadores.

Existen tres clases de extractos:

  • Extractos fluidos. Son aquellos en los que se realiza la evaporación hasta que se obtiene un extracto cuyo peso corresponde exactamente al peso de la planta seca empleada.
  • Extracto blando. contiene aproximadamente el 20 % de agua y su consistencia es parecida a la de la miel. Se evapora hasta conseguir una consistencia parecida a la de un ungüento. No son muy usados.
  • Extracto seco. En primer lugar, se evapora prácticamente la totalidad de los líquidos extractivos (hasta conseguir en torno a un 4% de agua). Más tarde, el residuo se seca y se pulveriza. Son las preparaciones más concentradas, las que mejor se conservan y suelen presentarse en cápsulas y comprimidos.

Fitoterapia: Extracto de plantas medicinales

EXTRACCIÓN POR DESTILACIÓN

Con los métodos de extracción descritos hasta el momento, gran parte de las esencias, contenidas en abundancia en algunas plantas medicinales, se pierden por la evaporación al aplicar calor. La forma más óptima de obtener estos principios activos volátiles, y de gran actividad terapéutica, es a través de la destilación.

La destilación es un antiguo procedimiento de extracción que se lleva a cabo mediante los alambiques. Los alambiques nos permiten separar la parte insoluble de la esencia y el líquido. De modo que por un lado se obtienen las esencias o aceites esenciales y por otro lado las aguas o alcoholes destilados, según se haya empleado en la destilación agua o alcohol.

Existen diferentes procedimientos de extracción por destilación, pero no entraremos a describirlos. Basta mencionarlos: destilación directa, destilación en corriente de vapor de agua y destilación en corriente de vapor de alcohol.

FORMAS FARMACÉUTICAS Y VÍAS DE ADMINISTRACIÓN EN FITOTERAPIA

En fitoterapia, la forma farmacéutica o galénica es la disposición externa (forma) en la que el producto es presentado y se encuentra estrechamente ligada con la vía de administración. 

FORMAS GALÉNICAS DE ADMINISTRACIÓN POR VÍA INTERNA

Son las que se administran por vía oral y los principios activos se absorben en el tracto digestivo. Existen formas galénicas líquidas y sólidas.

PREPARADOS LÍQUIDOS

Además de la infusión, la decocción, la maceración, la tintura y el extracto fluido, pueden administrarse por vía oral los jarabes, las pociones, los elixires y el vino medicinal.

Los jarabes son formas galénicas líquidas constituidas por una solución acuosa saturada de azúcar casi completamente (aproximadamente el 64 % de su peso). Para preparar un jarabe se parte generalmente de una infusión a la que se añade azúcar en la proporción indicada (64%). Más tarde se calienta esta disolución, sin que llegue a hervir. Cuenta con la ventaja de tener un sabor agradable que enmascara, en muchas ocasiones, el de muchas drogas de sabor desagradable. Por ello, se trata de una preparación galénica adecuada para los niños.

El melito se parece al jarabe, pero en su elaboración se sustituye el azúcar por la miel, que se encontrará presente en una proporción del 50% del peso. El vino medicinal es otra forma muy usada que se prepara por maceración de la planta en vino. Puede emplearse el vino tino o blanco, aunque el dulce suele ser el más habitual. Por último, el elixir formado por una proporción variable de alcohol. 

Jarabe de plantas medicinales

PREPARADOS SÓLIDOS

En cuanto a las formas farmacéuticas sólidas de administración por vía oral, se distinguen los polvos y los extractos secos. Ambos suelen presentarse en formas: 

  • Comprimidos. El polvo de la planta seca obtenido por trituración se comprime hasta conseguir la forma. 
  • Cápsulas. El polvo o el extracto seco se rodea de una cubierta de gelatina.
  • Grageas. En este caso, la cubierta es dura y generalmente de azúcar. 

FORMAS GALÉNICAS DE APLICACIÓN POR VÍA EXTERNA

Constituyen las formas galénicas de uso tópico, es decir, las que se aplican sobre la piel y las mucosas. Los principios activos penetran a través de la piel, pasan al torrente circulatorio y se difunden por el organismo hasta el lugar donde ejercerán su acción. Podemos distinguir varias formas que a continuación describimos de modo resumido.

FORMAS GALÉNICAS LÍQUIDAS PARA USO TÓPICO

Baños

Los abordaremos más profundamente cuando tratemos la hidroterapia o cura por el agua en un futuro artículo. Los baños, que pueden ser completos o locales (maniluvios y pediluvios, por ejemplo), actúan por inhalación de los vapores y por penetración de los principios activos a través de la piel. En ocasiones, alcanzan las regiones enfermas incluso antes que otras preparaciones galénicas administradas por vía interna.

Enemas o lavativas

Consiste en la introducción de una solución medicinal poco concentrada (infusiones o decocciones) en el intestino a través del ano. Aunque la vía de administración rectal es una de las más activas, dada la capacidad de absorción de la mucosa intestinal y el rápido efecto que se obtiene, en la actualidad está en desuso.  

Pese a lo que suele creerse, el enema no sólo se indica en problemas intestinales sino sistémicos, dada la distribución del principio activo por todo el cuerpo tras ser absorbido en el intestino.

Otras formas líquidas en fitoterapia
  • Las duchas vaginales.
  • Las lociones. Son infusiones, decocciones o preparados hidroalcohólicos a partir de ellas que se emplean en áreas del cuerpo mediante masaje o fricción (por ejemplo, el cuero cabelludo).
  • Los fomentos. Son un tipo especial de lociones destinadas a ser aplicadas en caliente y durante un timepo más prolongado. Se usan compresas empapadas que se aplican en la zona a tratar.
  • Los alimentos. La sustancia medicamentosa se disuelve en grasas líquidas y se aplican friccionando la piel.
  • Gargarismos. Se emplean las infusiones, decocciones, maceraciones y tinturas a temperatura alta para el tratamiento de la mucosa bucofaríngea.
  • Colirios. Preparados para administración oftálmica, son en el tratamiento de la conjuntiva ocular. Dado que la conjuntiva es delicada, deben emplearse plantas muy suaves y en concentraciones bajas (manzanilla, por ejemplo).
  • Preparados para administración nasal y ótica. 
  • Inhalaciones o aerosoles. En realidad, estas formas farmacéuticas deben clasificarse dentro de las gaseosas. En este caso, el vapor de agua procedente de la infusión o decocción, cargado de las esencias y otros principios activos de las plantas, se introduce directamente en los pulmones llevando a cabo una inhalación. 

FORMAS FARMACÉUTICAS BLANDAS PARA LA ADMINISTRACIÓN TÓPICA

Entre las formas blandas destacan las pomadas, que son preparaciones semisólidas que pueden ser extendidas sobre la piel con facilidad. Un tipo de pomada, pero de consistencia más fluida, es la crema.

Junto con las cápsulas y comprimidos, tanto los que contienen polvo como extracto, las pomadas son los preparados galénicos más utilizados en fitoterapia.

FORMAS FARMACÉUTICAS SÓLIDAS PARA USO TÓPICO

Destacamos las cataplasmas. Son formas de administración tópica -cada vez menos usadas en fitoterapia, pero muy útiles- constituidas por una masa mucilaginosa que retiene el calor y la humedad. Se indican fundamentalmente para reducir el dolor y la inflamación. Se aplican a una temperatura de 40-45ºC y durante un tiempo máximo de 5 minutos, aunque puede repetirse la aplicación varias veces en intervalos de 30 minutos.

Merece la pena mencionar el emplasto, forma de administración sólida constituida por resinas, ceras y grasas mezcladas que contiene las sustancias medicinales provenientes de las plantas. Debe ablandarse aplicando calor y extenderse en la zona afectada.

Cataplasma de plantas medicinales

Variante sencilla de cataplasma.

RECOMENDACIONES FINALES SOBRE LA FITOTERAPIA

La fitoterapia es una rama de la naturopatía muy eficaz y segura, aunque para su aplicación práctica requiere un amplio conocimiento. Hay que conocer en profundidad las propiedades medicinales y la actividad farmacológica de las plantas medicinales, sus indicaciones, efectos secundarios, contraindicaciones e interacciones. Así que, si usted no cuenta con este conocimiento, lo mejor es consultar a un profesional de la salud cualificado para aprovechar las bondades de las plantas.

Pero el conocimiento requerido no acaba aquí. En nuestra familia existe una tradición de empleo de plantas medicinales muy antigua. Con todo, nosotros hemos perdido en gran medida la capacidad de reconocer las numerosas plantas en estado silvestre. Nos hemos convertido en unos urbanitas, por lo que recurrimos a las tiendas especializadas.

Además de reconocer la especie de planta medicinal, recolectarla, secarla y conservarla, hay que saber fabricar los productos galénicos y darles la forma farmacéutica adecuada. Con excepción de las tisanas, en su mayoría de fácil preparación y administración, la elaboración del resto de preparados y formas galénicas requieren de un adiestramiento específico. De ahí que, como expusimos en el primer artículo dedicado a las plantas medicinales, la mejor opción sea adquirir los productos en tiendas especializadas.

En la actualidad, los herbolarios y las farmacias nos proveen de plantas medicinales en diferentes formas farmacéuticas e instrucciones sobre la vía de administración, modo de empleo, dosificación etc. Comprar en estos establecimientos nos ahorra mucho trabajo y quebraderos de cabeza. Los laboratorios realizan el trabajo por nosotros bajo las más estrictas normas técnicas y de control.

 

P´REZ&MÜLLER

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