Las extraordinarias propiedades curativas del ajo son conocidas en las más antiguas tradiciones terapéuticas del planeta. La ciencia moderna ha demostrado su eficacia en una muy amplia diversidad de problemas de salud. Muy especialmente en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
¿QUÉ ES EL AJO?
Es una planta herbácea y bulbosa perteneciente al género de las aliáceas, como la cebolla y el puerro. Su nombre científico es Allium sativum. Aunque se cultiva fundamentalmente en climas templados, no creemos que haya alguien que no la conozca. Su uso es tan antiquísimo y está tan diseminado que el mundo entero reconoce el sabor y el olor de esta planta.
Parece tener su origen en Asia central, donde crecía de forma espontánea. Desde allí se extendió a las grandes civilizaciones antiguas y sobre todo a la cuenca mediterránea. Oriente, los países islámicos y los mediterráneos tienen muy presente el bulbo del ajo en sus tradiciones culinarias. Y, como veremos más adelante, en sus sistemas terapéuticos tradicionales.
COMPOSICIÓN DEL AJO
Se trata de un alimento con extraordinarias características nutritivas, pero escasamente energético. Como sucede con la mayoría de verduras, hortalizas y frutas. Un diente de ajo contiene apenas 7 Kcal. Sin embargo, presenta un contenido nada despreciable de:
- Proteínas. Los importantísimos aminoácidos azufrados, como la metionina y cisteína.
- Minerales como el calcio, potasio, hierro y sodio.
- Además cuenta con oligoelementos, como el magnesio, yodo, zinc, cobre y níquel.
- En cuanto a vitaminas, las más presentes en el ajo son las del complejo B (B1, B2 y B3) y la C.
También contiene un aceite esencial rico en componentes azufrados, con beneficios medicinales que más adelante abordaremos. Y no acaba la cosa aquí. Su principal principio bioactivo, al que se le atribuyen la mayor parte de las propiedades curativas del ajo, es la alicina. A decir verdad, este componente no se encuentra de forma natural en el ajo, sino que se genera al ser picado o triturado, gracias a la acción de la enzima alicinasa sobre la alicina.
UN POCO DE HISTORIA
La historia del ajo es tan antigua como la humanidad. Las propiedades curativas del ajo se conocen como mínimo desde la invención de la agricultura. Forma parte de la farmacopea medicinal de las grandes civilizaciones antiguas, tales como China, Egipto, India, Grecia y Roma.
En el papiro de Ebers, tratado médico egipcio datado en torno al 1550 a.C, ya se recomiendan recetas de ajo para la prevención y tratamiento de diversas enfermedades, como la falta de energía, la fatiga, la debilidad, las infecciones e incluso las cefaleas.
Las Escrituras judeo-cristianas mencionan la preferencia de los hijos de Israel por esta planta bulbosa. Después de escapar de Egipto, una vez en el desierto, los hebreos añoran el sabroso condimento culinario (Nm 11:5).
El Avesta, texto sagrado del zoroastrismo de la antigua Persia, datado en el siglo VI a.C, también menciona las propiedades curativas del ajo.
Durante las olimpiadas griegas, se alimentaba a los atletas con este bulbo por la creencia en sus propiedades fortificantes y potenciadoras de la resistencia física. Por esa misma razón, los romanos dedicaban el ajo a Marte, el dios de la guerra, y era consumido de forma regular por los legionarios romanos. El célebre médico del imperio romano, Celso, alababa los beneficios del ajo para el tratamiento de las fiebres intermitentes. Y el gran Galeno lo consideraba una panacea, un curalotodo.
Avicena, el médico y filósofo musulmán del siglo X d.C, en su Canon de Medicina, le atribuye propiedades curativas contra los parásitos intestinales, estreñimiento, artritis, enfermedades infecciosas y dolor de muelas.
Los beneficios del Allium sativum siguieron considerándose importantes para la práctica médica y farmacológica en occidente durante la Edad media y la Edad moderna.
PROPIEDADES CURATIVAS DEL AJO SEGÚN LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA
La Medicina Tradicional China (MTC) es el único sistema médico que tiene una existencia de más de 2000 años y cuyos fundamentos son reconocidos por el Estado chino. Tanto es su prestigio que en China se puede practicar en los hospitales. La teoría de los cinco movimientos, uno de los principios esenciales de la MTC, clasifica los remedios medicinales (alimentos, plantas,…) en 5 categorías según su naturaleza térmica y sabor. Pero “…esto es otro tema que deberá ser contado en otra ocasión…”. El ajo, de naturaleza caliente y picante, lleva aplicándose durante miles de años para.
- Las disenterías y diarreas provocadas por parásitos.
- Las infecciones bacterianas.
- La infestación por hongos.
- Las afecciones del sistema cardiovascular, gastrointestinal y respiratorio.
- Como anticancerígeno.
Habitualmente, se ha preparado el bulbo en forma de decocción, aunque también se usa crudo y frito.
CUALIDADES CURATIVAS DEL AJO SEGÚN LA MEDICINA AYURVEDA
La Medicina Ayurveda es el nombre por el que se conoce a la medicina tradicional india. Podría ser tan antigua como la china, aunque no se conocen con certeza sus orígenes.
Este sistema médico tradicional admite los beneficios del ajo desde hace incontables siglos, considerándolo uno de los “alimentos maravillosos”. En el templo budista de Kashar, en el suroeste de China, se encontraron manuscritos indios datados del siglo V d.C. De los tres manuscritos que contienen prescripciones médicas y farmacéuticas, el primero se inicia con una oración al ajo. Tal es su importancia médica.
Diferentes preparaciones a base de ajo son prescritas para la prevención y tratamiento de:
- Enfermedades infecciosas.
- Enfermedades pulmonares, digestivas y reumatológicas.
- Hipertensión arterial.
- Dismenorrea, amenorrea y otros trastornos menstruales.
- Como afrodisíaco.
- Problemas dermatológicos y heridas (en forma de cataplasma).
PROPIEDADES CURATIVAS DEL AJO SEGÚN LA CIENCIA MODERNA
Si se indaga en la literatura científica, puede reunirse un cuerpo enorme de evidencias sobre los beneficios del Allium sativum. Y no sólo en cuanto a su capacidad preventiva, sino curativa de enfermedades. Para quien disfrute de los estudios científicos, dejamos al final del post unos cuantos enlaces que serán de su agrado.
ACTIVIDAD INMUNOMODULADORA
Un artículo de revisión de estudios científicos, publicado en 2015, demostró que el ajo mejora el funcionamiento del sistema inmunitario al estimular ciertos tipos de células inmunes, tales como los macrófagos, linfocitos, células asesinas naturales (NK), células dendríticas y eosinófilos. Otros mecanismos incluyen la modulación de la secreción de citocinas, la producción de inmunoglobulinas, la promoción de la fagocitosis y la activación de los macrófagos.
PROPIEDADES ANTIMICROBIANAS
La actividad antibacteriana, viricida, fungicida y contra los protozoos es la más ampliamente conocida, ahora y desde hace milenios. Tanto es así que incluso Louis Pasteur lo prescribía por dichas propiedades.
Diversos estudios científicos evidencian la capacidad bacteriostática (inhibe el crecimiento bacteriano) y bactericida (mata a las bacterias) de la alicina. Eficaz contra una amplia variedad de bacterias, como la escherichia coli, estreptococos, estafilococos, pseudomonas, colibacilos, shigellas, helicobacter pylori, etc. Por lo que es útil en el tratamiento de infecciones respiratorias y digestivas. A diferencia de los antibióticos sintéticos, un tratamiento con ajo no elimina la microbiota intestinal beneficiosa y sí la dañina. Léase nuestros post sobre el microbioma (Microbioma y flora intestinal y Microbioma, metabolismo y nutrición).
Algunos estudios han puesto de relieve su actividad antivírica, aunque se desconocen los principios activos involucrados. El virus del herpes simple tipo 1, el virus del herpes simple tipo 2, el virus de la parainfluenza tipo 3, el virus vaccinia, el virus de la estomatitis vesicular, el rinovirus humano tipo 2, los de la influenza A y B (gripe) y los citomegalovirus ceden ante nuestra maravillosa planta. También muestra actividad contra la neumonía viral y el rotavirus.
También es reconocida su eficacia antifúngica. Los hongos son organismos que se encuentran detrás de numerosas enfermedades, algunas de ellas graves. Algunos ejemplos son: las cándidas (candidiasis), las tineas (pie de atleta), los torulopsis, los aspergillus (aspergilosis pulmonar), los coccidioides (coccidioidomicosis), e incluso contra el criptococus (criptococosis pulmonar).
Por último, debemos mencionar su efectividad contra la ameba Entamoeba histolytica, responsable de la disentería amebiana. También frente a los protozoos, tales como los tripanosomas (enfermedad del sueño), leishmanias y giardias (giardiasis).
No deje de leer los post sobre el Astragalus membranaceus y Echinacea purpurea, plantas que pueden usarse combinadas para potenciar los efectos animicrobianos.
PROPIEDADES DEL AJO EN EL SISTEMA CARDIOVASCULAR
Las enfermedades cardiovasculares constituyen en la actualidad una de las principales causas de mortalidad. Incluyen las enfermedades del corazón, las vasculares del cerebro (ictus) y las de los vasos sanguíneos. Podría decirse que se trata de una verdadera plaga. Pues bien, la acción del Allium sativum sobre todos los factores de riesgo lo convierte en un extraordinario remedio preventivo.
Antiagregante plaquetario
Las plaquetas son elementos de la sangre que se agregan para formar parte de los coágulos y taponar las lesiones de los vasos sanguíneos. La medicina utiliza medicamentos antiagregantes plaquetarios para prevenir las trombosis, como la aspirina. El ajo posee esta capacidad sin los efectos adversos de las medicinas.
Actividad fibrinolítica
Posee la propiedad de disolver la fibrina (proteína involucrada en la coagulación de la sangre) y con ello facilita la disolución de los trombos. Ambos efectos, antiagregante plaquetario y fribrinolítico, se atribuyen a los compuestos azufrados del aceite esencial del ajo. Asimismo, estos compuestos tienen la capacidad de inhibir la síntesis de prostaglandidas proinflamatorias (serie 2). Éstas se encuentran implicadas también en la coagulación de la sangre, gracias a la inhibición de la oxidación del ácido graso araquidónico.
Las tres propiedades mencionadas disminuyen la coagulabilidad de la sangre y la hacen más fluida.
Antiaterosclerótico, inmunomodulador y antioxidante
La aterosclerosis, también denominada arteriosclerosis, es una enfermedad compleja caracterizada por una respuesta inflamatoria crónica. Esta inflamación crónica de bajo grado promueve la formación de la placa de ateroma en la pared vascular, la pérdida de elasticidad y el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Por todo ello, la aterosclerosis es causa de enfermedad cardiovascular.
El ajo, a parte de sus propiedades antialérgicas, posee la citada capacidad de modular el funcionamiento del sistema inmunológico. Esta actividad inmunomoduladora disminuye la inflamación crónica de bajo grado, previniendo tanto la aparición de la aterosclerosis como la ruptura del ateroma.
Los estudios científicos han podido relacionar la peroxidación de los lípidos por radicales libres con las enfermedades cardiovasculares. Teniendo en cuenta el incuestionable poder antioxidante del alium sativum, ingerirlo podría prevenir estas enfermedades. Su contenido en cisteína, aminoácido precursor de la glutatión peroxidasa, disminuye la capacidad de peroxidación de los radicales libres. Además, otros componentes del ajo potencian enzimas antioxidantes como la superoxido dismutasa (SOD) y las catalasas. Por esta razón tiene bien merecido el título de elixir de la juventud.
Obesidad
La obesidad es uno de los factores de riesgo cardiovascular más importantes. Se sabe que la inflamación crónica de bajo grado está detrás de enfermedades metabólicas y crónico-degenerativas. Entre otras, de la obesidad. Las propiedades inmunomoduladoras del ajo, que reducen el citado proceso inflamatorio crónico, unidas a un estilo de vida activo, y en especial a una dieta saludable, podrían ser de gran ayuda para tratar la obesidad y prevenir enfermedades más graves.
Propiedades antihipertensivas
Se ha demostrado que el Allium sativum puede producir disminuciones moderadas tanto de la presión arterial. Tanto de la presión sistólica (alta) como de la diastólica (baja). Esta propiedad es debida a su efecto vasodilatador, a la disminución de la resistencia vascular periférica y a su efecto sobre la elasticidad de la pared arterial.
Mejora el perfil lipídico
El ajo contribuye a la disminución de los niveles totales de colesterol en sangre e incrementa los de la fracción buena del colesterol (HDL). Asimismo, normaliza los niveles de otras grasas, como los triglicéridos. Ni que decir tiene que esta excepcional planta no cuenta con los efectos adversos de otros medicamentos hipocolesterolemiantes.
Todas las mencionadas propiedades curativas en su conjunto hacen del ajo un excepcional remedio preventivo de las enfermedades cardiovasculares.
BENEFICIOS DEL AJO EN LOS APARATOS DIGESTIVO Y RESPIRATORIO
Valga como claro ejemplo de las excepcionales propiedades curativas del ajo el del Premio Nobel de la Paz Albert Schweitzer. Pasó la mayor parte de su vida en África, donde estableció un hospital. Allí prescribía el ajo para el tratamiento de las disenterías amebianas (producidas por el parásito Entamoeba histolytica) y las giardiasis (enfermedad diarreica).
Además de su indiscutible utilidad contra los parásitos y otros microorganismos, el Allium sativum posee otras propiedades muy beneficiosas.
- Estimula la secreción de jugo gástrico, por lo que es útil en las dispepsias relacionadas con escasa secreción ácida.
- Acción sobre el hígado. El ajo es colerético y colagogo. Colerética es la propiedad de estimular la expulsión de bilis por parte de la vesícula biliar. Y colagoga es la propiedad de incrementar la secreción hepática de bilis. Ambas mejoran notablemente la digestión y fomentan la desintoxicación.
Ni que decir tiene que la propiedad antimicrobiana convierte al ajo en un potencial tratamiento para las infecciones del aparato respiratorio. Por otro parte, su riqueza en el aminoácido azufrado cisteína le provee de una actividad mucolítica relevante. Su administración en las afecciones respiratorias permite fluidificar el exceso de mucosidad y facilitar la expectoración. Las propiedades curativas del ajo en el aparato respiratorio son incontestables.
PROPIEDADES BENEFICIOSAS EN EL SISTEMA ENDOCRINO
El efecto hipoglucemiante del ajo ha sido demostrado en numerosos estudios. Aunque no se conocen exactamente sus mecanismos fisiopatológicos de acción, se sabe que disminuye los niveles de glucosa en sangre, mejora la intolerancia a la glucosa y la resistencia a la insulina. De ahí que su utilidad como tratamiento complementario en las diabetes tipo II (no insulinodependientes) sea indiscutible.
Sin embargo, hemos de destacar su efecto preventivo en la aparición de la diabetes tipo II (no insulinodependiente). Mejor prevenir que curar, ¿no es cierto?. Se sabe que el síndrome metabólico, que hemos descrito en alguna ocasión, precede a la diabetes tipo II. El síndrome metabólico es una compleja enfermedad que incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes y accidente cerebrovascular. Se caracterizada por hipertensión arterial, resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa, hiperlipidemia y obesidad. Como hemos mencionado previamente, el ajo cuenta con propiedades beneficiosas sobre cada una de estos trastornos. Por tanto, su consumo regular puede prevenir la aparición del síndrome metabólico y de la diabetes tipo II.
La actividad sobre el metabolismo de la glucosa y sobre la respuesta inflamatoria crónica constituyen una ayuda en el control del peso. De ahí que haya quien recomienda el ajo en ayunas para adelgazar.
OTRAS PROPIEDADES DEL AJO
- Desintoxicante de metales pesados y sustancias radiactivas por su contenido en cisteína, precursor del glutatión. Léase Cómo desintoxicar el cuerpo para recobrar la salud.
- Anticancerígeno. Numerosos estudios han comprobado su actividad en la prevención y desarrollo del cáncer.
- Mejora la circulación sanguínea. Su acción sobre los vasos sanguíneos y la sangre contribuyen a este efecto.
¿CÓMO SEMBRAR Y PREPARAR EL AJO?
Lo más sencillo es comprar ajo en el mercado, aunque si dispone de un pequeño terreno, puede cultivarlo. A esta planta le gusta el terreno esponjoso y rico en materia orgánica. En España se siembran los dientes del ajo blanco en otoño. Normalmente se recolectan a finales de la primavera, cuando las hojas comienzan a amarillear. Se pueden conservar en lugar seco y fresco durante dos años. Aunque lo mejor es consumirlos antes de los 9 meses, momento en que comienzan a perder sus propiedades curativas.
Los compre o los cultive, la forma más sencilla de consumirlo, y no por ello menos efectiva, es en crudo. Para promover la salud y prevenir la enfermedad debe comer 2 o 3 dientes de ajo al día.
En cualquier caso usted aprovechará las propiedades del ajo. Puede freírlo, cocerlo (1 cabeza por litro de agua durante 5 minutos) o guisarlo y siempre será beneficioso.
Sin embargo, para el tratamiento de algunas enfermedades se requiere una mayor concentración de principios bioactivos. Ésta es difícilmente alcanzable consumiendo dientes de ajo. Usted tendría que atiborrarse de ajo, cocido o crudo, para alcanzar la dosis terapéutica.
Una preparación casera eficaz para la concentración de principios activos es la maceración. Vierta de 50 a 100 gramos de ajos pelados en 250 cc de agua. Para niños pequeños con 15 gramos bastará. Déjelos macerar toda la noche. Cuele el macerado y bebáselo a lo largo del día. Esta preparación podrá tomarla durante tiempos prolongados, si fuese necesario. Hasta 3 meses y luego puede descansar unas semanas y volver a iniciar la prescripción.
AJO NEGRO
Aunque de más difícil elaboración, puede optar por preparar ajo envejecido, también conocido como ajo negro. Se dice que posee más propiedades antioxidantes que el ajo joven. El gran maestro coreano, Lee Dong Keung, que enseñó acupuntura a Jaakob, los elabora en su propia casa y los consume a diario. Le dejamos un enlace para que aprenda cómo preparar ajo negro.
LA MEJOR OPCIÓN PARA TOMAR EL AJO
Si lo que realmente quiere es aprovechar las propiedades curativas del ajo, lo mejor es adquirir un preparado comercial. Suelen ser asequibles, baratos y de fácil administración. Tenga en cuenta que para obtener algunos de los beneficios descritos se requiere una cantidad elevada de principios bioactivos. Conseguirlos a través de la ingesta de ajo o de cualquier preparación casera resulta difícil. De ahí que la mejor opción sean las perlas de ajo de venta en establecimientos especializados. Las perlas proporcionan tal concentración de principios activos que nos ahorra el consumo de grandes cantidades de ajo.
EFECTOS SECUNDARIOS Y CONTRAINDICACIONES DEL AJO
El primer gran efecto y contraindicación es su olor. A nosotros nos encanta el olor del ajo, pero no negaremos que en muchas culturas, sobre todo en aquellas que no lo usan en la cocina, puede suponer un serio motivo de rechazo social.
Cuando se consume, el olor no se limita a la boca. El disulfuro de alilo, componente del aceite esencial y responsable del olor, es volátil y se transfiere a todas las secreciones corporales. Por esta razón, el consumo de ajo está contraindicado durante la lactancia.
El consumidor asiduo huele a la legua, impregna su perfume en las paredes de las habitaciones, en el ambiente, etc. El olor se relaciona directamente con la dosis de ajo que ingiera. Como preventivo, con un diente al día sería suficiente. Tal vez así no vaya oliendo por la calle. Sin embargo, para las infecciones o infestaciones usted deberá aumentar la dosis e irremediablemente el olor se manifestará.
Existen en el mercado preparaciones de ajo desodorizadas que conservan todas las propiedades curativas del ajo y evitarán el inconveniente del olor.
Esta planta carece de toxicidad y es muy segura. Sin embargo, las dosis elevadas pueden producir molestias gastrointestinales, sobre todo en las personas más sensibles. Antes de consumir ajo como tratamiento preventivo o curativo, deberá consultar a su médico si está usted embarazada, padece abundantes sangrados menstruales o está siguiendo un tratamiento antiagregante plaquetario o anticoagulante.
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REFERENCIAS CIENTÍFICAS
El texto de los siguientes artículos acerca de los beneficios del Allium sativum está en inglés. Pero el traductor de Google hace maravillas.
El ajo: una revisión de los posibles efectos terapéuticos.
Actividad inmunomoduladora y antiinflamatoria.
Compuestos bioactivos y funciones biológicas del ajo.
Verduras Allium y riesgo de cáncer de próstata: un estudio de base poblacional.
Efectos del ajo en la dislipidemia en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
El ajo como agente antidiabético: avances recientes y revisiones de patentes.
Efectos virucidas in vitro del extracto y compuestos de Allium sativum (ajo).
De las maravillosas cualidades del limón escribiremos en otra ocasión.
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6 Comments on “PROPIEDADES CURATIVAS DEL AJO. UNA PANACEA UNIVERSAL”
Excelente información Muchas gracias pondremos en práctica magnífico conocimiento
Gracias, José Antonio. Un saludo cordial.
Me encanta el ajo, su sabor en crudo y lo utilizo para hacer todas las comidas. Nunca lo he probado en cápsulas, pero a partir de ahora lo voy a consumir para aprovechar al maximo sus propiedades medicinales. Muchas gracias, es un muy buen artículo.
A nosotros también nos maravilla el sabor del ajo, aunque es cierto que no a todo el mundo le gusta. Un saludo cordial y muchas gracias.
Me ha encantado el post. Muy buena información y muy completa. Creo que se está probando el ajo en el tratamiento del coronavirus. Muchas gracias.
Gracias a ti, Teresa. Efectivamente, hay un estudio en desarrollo en el que se están probando los principios activos del ajo en el tratamiento de COVID-19. Un saludo.