NUEVO ORDEN MUNDIAL: RUSIA Y CHINA DESAFÍAN AL DÓLAR

Nuevo orden mundial, Rusia y China desafían al dólar
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En este segundo artículo descifraremos las claves de la actual guerra económica y la formación de un nuevo orden económico mundial, que pueden traer consecuencias nefastas para Occidente. Abróchese el cinturón porque comenzamos.

Para poder tener una visión más completa, le recomendamos que lea nuestro primer post: «Guerra económica, la fragilidad de imprimir billetes de la nada». Entenderá por qué, tras la II WW y los Tratados de Bretton Woods, los EE.UU. emergen como el Señor del comercio mundial al convertir el dólar en moneda de reserva y divisa dominante en las transacciones internacionales.

También comprenderá por qué la decisión del presidente Nixon en 1971 de romper completamente la relación del dólar con el oro, convirtió a la moneda nacional en dinero fiat o, como nos gusta llamarlo, dinero basura.

LA ECONOMÍA DE EE.UU. CRECE CON BASE EN LA DEUDA Y EL DÓLAR ES BASURA

Tras el abandono en 1971 del patrón cambio de oro surgido en Bretton Woods, el dólar se convirtió en una moneda sin respaldo en un bien físico, cuya oferta podía incrementarse con facilidad imprimiendo billetes de la nada.

Aunque la emisión de papel moneda de la nada otorga a los gobiernos una capacidad de maniobra excepcional, un poder que no podemos imaginar, a la larga el endeudamiento que trae como consecuencia se convierte en un problema de gran calado.

La enorme impresión de billetes necesaria para financiar la II WW, disparó la deuda estadounidense a las cotas más altas de la historia previa. Sin embargo, pudo reducirse y estabilizarse hasta los años 70, momento en que se acabó con el patrón oro y el dólar se convirtió en papel basura.

Ahora fíjese en la imagen inferior. En la década de los 70 la deuda de EE.UU. comenzó su camino ascendente, sobre todo después de la crisis del petróleo (marca vertical gris), causada por el embargo petrolero impuesto por los países árabes como sanción por haber ayudado a Israel en la guerra del Yom Kipur. En este momento aumentó la inflación (ya elevada de por sí) y el mercado bursátil se desplomó al mismo tiempo que la economía estadounidense.

CRISIS DE COVID 19, MÁS DEUDA Y DEVALUACIÓN DEL DÓLAR

No obstante, lo más llamativo es el crecimiento empinado de la deuda a partir de la crisis financiera de 2008 y, sobre todo, el extraordinario aumento, sin precedentes históricos, del endeudamiento como consecuencia de la crisis por la pandemia de COVID 19. En ambos casos, lo que se hizo fue imprimir billetes de la nada a un ritmo acelerado. EE.UU. ha inundado el mundo con dólares desde 2020 y, recuerde, cuando la oferta de un bien se incrementa, su valor se reduce. Y esto es lo que ha sucedido: el dólar ha perdido un 10% de su valor en relación con otras monedas fuertes. 

Cualquier persona, aunque no tenga cultura financiera, sabe que el crecimiento económico con base en la deuda, en lugar de en el ahorro y la inversión, sólo trae miseria, tarde o temprano. No obstante, no pensaba así el economista Keynes, cuyos postulados han sido seguidos a pie juntillas desde hace décadas por los países desarrollados de Occidente.

Evolución de la deuda de Estados Unidos

KEYNES, EL PROMOTOR DEL DERROCHE

La razón de por qué los países desarrollados se han basado en la deuda para crecer y por qué el endeudamiento creciente y crónico, masivo diríamos nosotros, está al orden del día, tiene un nombre propio: el barón John Maynard Keynes.

Su nombre se ha encumbrado a las cimas del conocimiento y se le atribuye el logro de la era del bienestar que hemos disfrutado. Es cierto, así es. Sin embargo, cuando este estado de bienestar colapse (porque lo hará, no le quepa la menor duda) ¿Le imputarán la responsabilidad a Keynes o inventarán motivos diversos para engañar al borrego?

La solución keynesiana para crecer y desarrollarse consiste en promover el consumo y el gasto. Para conocer el estado de una economía, a Keynes le bastaba con valorar el nivel de gasto de una sociedad. Si se consume mucho, los productores crearán productos para satisfacer esa demanda, se crearán empleos y la economía crecerá. Así de sencillo.

Para este personaje, la inflación es el resultado de un consumo exagerado, más allá de la capacidad de producir de los productores. En otras palabas: mayor demanda y menor oferta equivale a subida de precios. Para resolver este problema de forma rápida, los gobiernos y su banca central deben reducir el consumo y lo hacen aumentado los tipos de interés. Si el coste del dinero aumenta, el acceso a él se reduce y en paralelo también el consumo. Inflación resuelta.

Las recesiones son el resultado, según Keynes, de un descenso del nivel de gasto, lo que trae consigo una menor producción y mayor desempleo. Para evitarlas o combatirlas, los gobiernos y sus bancos centrales tienen que imprimir billetes, aumentar la masa monetaria e inyectarla en la sociedad. Así se incrementará el consumo y el gasto. Y todo solucionado. Eso sí, a costa del endeudamiento.

En los postulados keynesianos se han basado los bancos centrales para resolver los problemas económicos. Sus políticas monetarias emplean dos herramientas: tipos de interés y masa monetaria. Tan eficaces no deben ser cuando los ciclos crecimiento-recesión son la tónica en Occidente.

[bctt tweet=»Renta anual, 20 libras; gastos anuales, 19,96 libras; el resultado es la felicidad. Renta anual, 20 libras; gastos anuales, 20,06 libras; el resultado es la miseria. -Charles Dickens, David Copperfield-» username=»»]

LA PERVERSIDAD DE KEYNES VA MÁS ALLÁ

Para que este desastroso sistema funcionara, Keynes propuso un control absoluto del dinero y del crédito por parte de una institución central (ya sabe, el banco central). Además, sugirió que esa misma organización central determinara los niveles saludables de ahorro, así cómo y dónde debían invertirse. En definitiva, pretendía, y lo consiguió, volver a las personas completamente dependientes del Estado para su más básica supervivencia, reducir la soberanía sobre su propia riqueza y mantenerlas indefensas frente al paulatino deterioro del valor de su dinero a medida que los bancos centrales aumentaban la masa monetaria para financiar sus caprichos.

Pero aún hay más y esto daría para un artículo completo. Keynes abogaba por que los gobiernos determinaran el tamaño de la población más idóneo para el crecimiento económico. Es decir, debía controlarse la cantidad y calidad de personas por el bien de la economía. Si la población es excesiva, los gobiernos deben implementar políticas para reducirla, y al revés. Estos postulados son, ni más ni menos, que eugenesia al más puro estilo.

Ahora que ya ha entendido de dónde surgió el afán de los gobiernos por gastar y la mastodóntica deuda actual, continuemos.

Frase de Keynes

Un perla de sabiduría de Keynes: «Por un proceso continuo de inflación, el gobierno puede confiscar, en secreto y sin ser observado, una importante riqueza de sus ciudadanos.»

NACIMIENTO DEL PATRÓN PETRODÓLAR. LA JUGADA PERFECTA

A pesar de que el dólar se había convertido en 1971 en una moneda basura, sin respaldo en un activo físico y real, los países de la OPEP continuaban comercializando su petróleo en dólares. No obstante, comenzaron a plantearse usar otras monedas porque se percataron de que estaban perdiendo dinero debido a la constante devaluación del dólar.

La confiabilidad del dólar y, por tanto, su dominio mundial estaba en juego. El presidente Nixon envió a su Secretario de Estado, Kissinger, a Arabia Saudita para iniciar unas conversaciones, las cuales se vieron interrumpidas temporalmente por el embargo petrolero de la OPEP. Sin embargo, en 1975 se reanudaron y se llegó al acuerdo que daría origen al patrón del petrodólar y devolvería a la moneda estadounidense al lugar hegemónico en el comercio mundial.

El sistema del petrodólar consistía en que los países miembros de la OPEP debían vender su petróleo en dólares a cambio de que EE.UU. ofreciese protección contra los levantamientos nacionales e invasiones extranjeras. Los países importadores debían emplear dólares si querían comprar el oro negro, lo que significa que el dólar se convirtió en una moneda respaldada por petróleo. La demanda de la divisa estadounidense se disparó y, como consecuencia, su fortaleza.

Algunos países de la OPEP y otros muchos, ante la fortaleza del dólar, compraron deuda soberana, es decir, invirtieron en bonos de Estados Unidos y, con ello, el país de las oportunidades consiguió una fuente de ingresos constante. Aclaración: comprar bonos del tesoro americano significa prestar dinero a los EE.UU., quien deberá devolverlo junto con los intereses en un plazo fijado de antemano.

Y aquí viene lo mejor. Todo el petróleo del mundo comenzó a comercializarse en dólares, moneda que controlaba e imprimía a su antojo la FED (Reserva Federal de los Estados Unidos). En otras palabras, el petróleo le salía a EE.UU. prácticamente gratis.

Sistema del petrodólar

DESAFÍO AL SISTEMA DEL PETRODÓLAR

El patrón del petrodólar fue una jugada maestra. El respaldo en petróleo y la alta demanda internacional fortaleció al dólar y lo devolvió al lugar hegemónico entre las monedas del mundo. Indiscutiblemente continuó siendo la moneda de reserva mundial y la dominante en el comercio internacional. Y como el dólar lo controla la FED, que lo imprime cuándo y en la cantidad que desea, Estados Unidos adquirió un poder y un privilegio extraordinarios a nivel global. Siguió siendo el dueño del mundo. 

El sistema del petrodólar funcionó sin sobresaltos durante 25 años, hasta que algunos líderes quisieron inaugurar un nuevo orden monetario mundial. A finales de 2000, Sadam Hussein, el dictador iraquí, se preguntaba cómo demonios los miembros de la OPEP se habían tragado tal patraña y propuso vender su petróleo en euros. Esta decisión generó un efecto llamada y otros países también se plantearon comerciar su oro negro en otra divisa, tales como Venezuela, Irán, Rusia, entre otros.

Estados Unidos no podía permitir tal amenaza al sistema del petrodólar. Tenga en cuenta que, si un número creciente de países comenzaran a comprar petróleo en otras monedas, la demanda del dólar se reduciría y perdería valor, es decir, el país de las oportunidades sufriría una inflación galopante. No tardó en invadir Irak, con la excusa falsa de que el loco dictador custodiaba armas de destrucción masiva. Así mató dos pájaros de un tiro: eliminó de raíz el intento iraquí y disuadió al resto de países para que no desafiaran al petrodólar.

En 2009 apareció otro loco, según los medios de comunicación de masas occidentales: Muammar Gadafi, quien se proponía crear los Estados Unidos de África y una moneda única respaldada en oro con la que comerciaría el petróleo. Nuevamente, los EE.UU. actuaron para salvaguardar el petrodólar arrasando Libia. Esta vez la excusa fue la tiranía del dictador contra los derechos humanos y sociales de su pueblo.  

Gadafi junto a Putin.

LA BOLSA PETROLERA IRANÍ. CHINA Y ARABIA SAUDITA

En 2006, Irán propuso crear la Bolsa petrolera iraní (Iranian Oil Bourse) con la intención de comerciar su petróleo en euros. Otro atentado claro contra el petrodólar. Inmediatamente y tomando como justificación el programa nuclear de Irán, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un paquete de sanciones dirigido contra las inversiones en petróleo, gas y petroquímicos iraníes.

A pesar de que algunos países eran dependientes del petróleo de Irán, las sanciones fueron exitosas al destruir su reputación internacional. La bolsa petrolera nunca llegó a inaugurarse.

Más recientemente, Arabia Saudita está dirigiendo su mirada a la segunda economía mundial. Justo cuando sus relaciones con EE.UU. no atraviesan un buen momento, ha iniciado conversaciones con China para vender su petróleo en yuanes.

Si llegaran a materializarse los acuerdos, la hegemonía del dólar se vería seriamente comprometida, mientras el prestigio internacional del yuan se incrementaría. Más aún si otros países se suman a la iniciativa y se atreven a comerciar el crudo en otra moneda.

GUERRA DE UCRANIA: ¿DETONANTE DE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL?

Occidente ha congelado las reservas de activos rusos denominados en dólares depositados en bancos de Alemania, Reino Unido y Japón. Otra de las sanciones ha sido la prohibición de las importaciones de petróleo y gas ruso. Aunque EE.UU. puede llevarlas a cabo de forma inmediata, la UE es muy dependiente de los hidrocarburos de Rusia.

El Kremlin ha respondido con una jugada que, en nuestra opinión, constituye un magistral movimiento bélico de carácter político y económico, que podría ser el germen de un nuevo orden económico mundial. En primer lugar, se ha propuesto exigir el pago de sus materias primas en rublos a los países hostiles. Rechaza el comercio en dólares, moneda basura que puede ser bloqueada al antojo de Washington. Y, en segundo lugar, el Banco Central de Rusia ha vinculado el rublo al oro y la energía. Ambas medidas combinadas podrían tener enormes consecuencias en el papel mundial del dólar y la economía global.

EL RUBLO Y EL ORO

El Banco Central de Rusia comenzó a comprar oro a finales de marzo, pero lo está haciendo a un precio fijo de 5000 rublos por gramo. Al comprar oro a un precio fijo, el Banco de Rusia ha vinculado el rublo al oro. Teniendo en cuenta que el oro cotiza en dólares, ha fijado un precio mínimo para el rublo en relación con el dólar. El resultado ha sido evidente. El 20 de marzo el rublo cotizaba a 130 dólares. Es decir, para conseguir un dólar se necesitaban 130 rublos. Después de que el 25 de marzo el Banco de Rusia hiciera el anuncio, el rublo se fortaleció hasta alcanzar un precio similar al que tenía antes de las sanciones, en torno a 80 por dólar.

No hay duda. En esta guerra económica Rusia está anunciando al mundo que su moneda está respaldada en oro y, por ello, es fuerte y robusta. No sólo es un mensaje que puede ocasionar un efecto llamada, como veremos más adelante, sino que resulta muy atractivo para el inversor internacional.

El rublo respaldado en oro y su posible papel en el nuevo orden mundial

¿Nuevo orden mundial basado en una o varias monedas respaldadas en oro y materiales básicos?

RUBLO, ORO E HIDROCARBUROS

Putin está exigiendo que los importadores de gas ruso lo paguen con rublos. Esto vincula de facto el precio del gas natural al rublo y también al oro, debido al vínculo fijo de la moneda con el oro. Expresado con otras palabras, el gas natural ruso ahora está vinculado al oro a través del rublo.

Lo mismo puede suceder con el petróleo ruso. Si Rusia exige el pago de su petróleo en rublos, el oro negro estará vinculado de forma indirecta con el oro por medio de la relación del precio entre el rublo y el oro. 

Por otro lado, Rusia podría aceptar oro como pago por su gas y petróleo o por cualquier otra materia prima. Y si lo hiciera, conectaría directamente el precio del petróleo con el del oro. Si el comercio internacional aceptase los rublos para la compra-venta de materiales básicos, el rublo se convertiría en una moneda fuerte a nivel mundial.  

Además, si Rusia acepta el oro como pago por sus hidrocarburos y otras materias primas, aumentarían las reservas de oro en el Banco de Rusia y se fortalecería al mismo tiempo el rublo.

¿FINAL DEL DÓLAR?

En primer lugar, los inversionistas están perdiendo la confianza en el dólar por su devaluación reciente. La impresión exagerada de billetes desde 2020, esto es, el super-aumento de la oferta, ha hecho que el dólar pierda valor respecto de otras monedas. 

En segundo lugar, la congelación de las reservas de dólares de Rusia ha puesto de relieve que el derecho de propiedad en el extranjero no existe. Se ha hecho patente que los dólares son de aquel que los emite (imprime) y los distribuye, es decir, de EE.UU. Desde nuestro punto de vista, esta sanción constituye el desencadenante de cambios profundos, dado que socava y debilita la confianza mundial en el dólar. Si EE.UU. puede bloquear, congelar, o como quiera llamarse, los activos denominados en su moneda, ¿qué país no siente un gélido escalofrío? Si la disidencia puede ser castigada de este modo, ¿no cree que los países puedan buscar otras alternativas para reducir su dependencia del dólar?

Por otra parte, los gobiernos y bancos centrales no occidentales están siguiendo de cerca esta maniobra rusa de vincular los pagos de hidrocarburos y materiales básicos al rublo y éste, al oro. ¿Quién puede asegurar que otros países, como los grandes productores de petróleo y con gran riqueza en materias primas, no sigan el ejemplo de Rusia?

En nuestra opinión, muchos países consideran injusto el sistema petrodólar. Algunos, como ya hemos citado anteriormente, se han atrevido a desafiarlo y sólo se ha mantenido gracias a la capacidad de EE.UU. para eliminar a cualquier competidor. No parece descabellada la idea de que se forme una coalición de países que traten de inaugurar un nuevo orden monetario mundial más equitativo, tal vez respaldado en oro y en materias primas, y poner fin de este modo a la hegemonía del dólar en el comercio mundial.

Fin del dólar y nuevo orden mundial

CONSECUENCIAS DEL FIN DEL DÓLAR: HACIA UN NUEVO ORDEN MUNDIAL

Hemos explicado que la economía estadounidense ha crecido gracias al endeudamiento. Lo único que la mantiene es la deuda. Los prestamistas -ya sea la FED, los países extranjeros o, incluso, el inversor individual-, se sienten atraídos todavía por la fortaleza del dólar, consolidada exclusivamente en el sistema del petrodólar. EE.UU. se mantiene en la cima del mundo sólo por el patrón petrodólar. Repetimos, los prestamistas siguen adquiriendo deuda de EE.UU. a través de la compra de bonos del Tesoro Americano. De este modo, el país de las oportunidades puede continuar financiando sus proyectos y pagando sus facturas.

Pero que nadie se engañe: el crecimiento con base en la deuda es muy frágil. El sentido común de cualquier mortal -no hace falta ser Charles Dickens- asegura que su fin es la miseria. Y EE.UU. se encuentra ultra-endeudada. De hecho, hasta el mismísimo presidente norteamericano, Joe Biden, advertía a finales del año pasado de la posible quiebra y la entrada en default de Estados Unidos. Finalmente, se acordó en el Congreso ampliar el techo de gasto para poder hacer frente a sus obligaciones de pago y desarrollar sus programas sociales y planes de infraestructura. Cierto es que este escenario se ha dado varias veces en la última década, y EE.UU. sigue sobreviviendo, pero la espiral de gasto y deuda no es ilimitada.

LA ECONOMÍA DE EE.UU. PENDE DE UN HILO

La economía de EE.UU. pende de un hilo cada vez más fino llamado sistema petrodólar. Mientras este sistema se mantenga, los inversores internacionales continuarán prestando dinero y EE.UU. haciendo frente a sus pagos. Pero parece que Rusia y China lideran un movimiento en esta guerra económica que se dirige a desmoronarlo. Pretenden un nuevo orden mundial en el que el dólar ceda su dominio. Si consiguen debilitar el sistema del petrodólar, se reducirá la demanda de dólares al tiempo que su valor, la inflación galopará libremente, los tipos de interés, los impuestos y el desempleo se irán a las nubes… La pobreza crecerá en EE.UU. y la economía estadounidense rodará desde la cima del mundo en caída libre.

Por otra parte, cuanto más se marchite el patrón del petrodólar, más cerca estaría EE.UU. de la crisis de deuda soberana. Si se diera este escenario de crisis de deuda, el gobierno suspendería los pagos por no poder abonar a sus acreedores los préstamos y/o los intereses, perdiendo así la confianza de los inversores. Nadie volvería a prestarle dinero. Los mercados financieros se hundirían y el país entraría en una recesión sin precedentes históricos.

Las consecuencias del hundimiento del dólar para la economía global no se harían esperar. Tenga en cuenta que, a pesar de todo, EE.UU. es el mayor consumidor del mundo y su economía sigue siendo con diferencia la más poderosa. Si tuviera que reducir el gasto y dejara de pagar los intereses y los vencimientos de su deuda a los inversores extranjeros, se produciría un efecto dominó que acabaría afectando a la economía global. Un nuevo orden económico mundial se abriría paso. 

[bctt tweet=»Controla los alimentos y controlarás a la gente. Controla el petróleo y controlarás a las naciones. Controla el dinero y controlarás el mundo. -Henry Kissinger, 1973-» username=»»]

NUEVO ORDEN MUNDIAL. CONCLUSIÓN

Si la erosión del sistema del petrodólar se lleva a cabo de forma gradual, de modo que el dólar abandone paulatinamente su lugar como moneda de reserva mundial y papel dominante en las transacciones internacionales, el nuevo orden económico mundial podría inaugurarse sin excesivos sobresaltos. Con la expresión -…sin excesivos sobresaltos…- no pretendemos llevarle a confusión. Las economías avanzadas sufrirían inicialmente una recesión, seguida de una crisis económica y, en muchos casos, de una depresión. Sin duda, las sociedades desarrolladas verían alterada su forma y nivel de vida.

Ahora bien, si se produjera un colapso repentino del patrón del petrodólar, algo que dudamos que pretendan Rusia y China -aunque todo puede ser, si echamos un ojo a la historia-, podríamos regresar al Pleistoceno, con el enorme sufrimiento que tal transición abrupta ocasionaría a la humanidad. Habría que prepararse para cualquier posible escenario en ese nuevo orden mundial.

Tal vez le interese nuestro último artículo Colapso de la economía a las puertas.

Lea también el post sobre la hambruna mundial que se acerca. 

 

P´REZ&MÜLLER

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2 Comments on “NUEVO ORDEN MUNDIAL: RUSIA Y CHINA DESAFÍAN AL DÓLAR”

  1. Arabia trago con los petrodólares porque no le quedó otra, ya que si no la invadían, tal como hicieron posteriormente con otros países. Así llegaron a un acuerdo con sus jeques o dirigentes medievales con los que siguen comerciando a pesar de ser plena dictadura.
    Un Magnificoooooooo análisis, como siempre! 👏👏👏👏

    1. Efectivamente, Alberto, ha dado usted en el clavo. EE.UU ha mostrado su «músculo» armado cada vez que ha deseado imponer su modelo o ha visto amenazada su hegemonía. Ahora lo tiene más difícil con Rusia y China, ¿No cree? Reciba un cordial saludo y muchas gracias por su comentario.

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