CÓMO COMBATIR LA FRUSTRACIÓN

Cómo combatir la frustración
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A buen seguro que alguna vez en su vida usted ha sentido la frustración en sus carnes. Nadie escapa de sus afiladas fauces. Aunque se trata de una emoción, o cortejo de emociones, que podría categorizarse como natural, en no pocas ocasiones se convierte en un trastorno. Así que aprenda cómo combatir la frustración para que no gobierne su vida.

QUÉ ES LA FRUSTRACIÓN

La frustración aparece cuando no se consigue aquello que se desea o no han salido los planes como se esperaba. Dicho con otras palabras, nos frustramos cuando las expectativas que teníamos depositadas en algo o en alguien no son satisfechas.

En un mundo tan complejo y cambiante resulta imposible controlar todas las variables que nos permiten alcanzar, sin obstáculos ni contratiempos, el objetivo propuesto por medio del plan trazado. De ahí que sea tan común la frustración.

Aunque no en todas las personas la frustración despierta las mismas emociones, habitualmente se traduce en un desagradable cortejo que va desde la ira, rabia, angustia, hasta la impotencia, ansiedad, etc. Además son típicas las reacciones de evitación, aislamiento y resignación. Si usted no aprende cómo combatir la frustración, su percepción de la realidad y su capacidad de tomar decisiones racionales se deteriorará. Asimismo, si la frustración toma las riendas de su vida, se verán afectadas, con seguridad, sus relaciones personales.

Aprenda cómo combatir la frustración

La frustración aparece en múltiples contextos. Con los hijos, cuando estos toman decisiones que usted sabe que no son las correctas. Con el/la esposo/a, porque se comporta como no esperamos que lo haga. Hace su aparición en el trabajo, con los compañeros, el jefe… Se presenta mientras compramos, en el cajero del banco, en la carretera, cuando llevamos a nuestros hijos al colegio,… Incluso cuando vamos a la playa y una nube inmensa ciega la preciosa luz del sol. Nos damos cuenta de que la frustración se presenta, en ocasiones de repente, como un espectro odioso. Nos persigue como una sombra perversa.

Hoy en día las personas tienen una baja tolerancia a la frustración. Ante el más mínimo revés o contrariedad reaccionan como si de una tragedia se tratase. De ahí que las conductas y emociones negativas sean tan frecuentes.

EJEMPLO ANECDÓTICO DE ALGUIEN QUE NO SABE CÓMO COMBATIR LA FRUSTRACIÓN

Recordamos con humor un hecho acontecido una tarde de primavera. Mientras hacíamos un poco de calistenia en un parque de la ciudad, un señor que corría comenzó a gritar y a soltar por su boca un sinfín de improperios. Como se echaba las manos a la cabeza, pensamos que se habría lesionado seriamente. Atribuimos la escena a una rotura fibrilar que tal vez le impidiese realizar la prueba deportiva de su vida. Quién sabe, quizá llevara meses preparándola y aquel contratiempo hubiera echado a perder tanto tiempo y esfuerzos invertidos. En seguida nos acercamos para ofrecer ayuda. Aquel personaje la pagó con nosotros. No dimos crédito a lo sucedido cuando nos percatamos de que un pequeño insecto se le había introducido por una fosa nasal.

No nos equivocamos si decimos que a aquel individuo le hubiese venido bien un apoyo para aprender cómo combatir la frustración.

Cómo combatir la frustración

¿Creen que el campeón se frustró porque el insecto le distrajo?

CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA CON BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN

Sólo tiene que estudiar detenidamente a un niño para saber lo que significa baja tolerancia a la frustración. Los infantes presentan una exigua aptitud para planificar, resolver problemas y adaptarse al medio. Son impulsivos, con escaso control conductual y déficit a la hora de inhibir sus respuestas instintivas. Asimismo, tienen dificultades para aplazar la gratificación. Lo quieren todo ya, son impacientes, aunque se les prometa que si esperan recibirán una mayor recompensa. El más mínimo deseo insatisfecho deriva en una explosión emocional y conductas indeseables. Su insistencia es desquiciante cuando quieren algo.

Pero los niños tienen una excusa. Su cerebro ejecutivo, ubicado en la corteza prefrontal, aún no se ha desarrollado. Como consecuencia, su cerebro emocional, asentado en el sistema límbico, toma el control de sus vidas al no ser inhibido por el ejecutivo.

A medida que el cerebro ejecutivo se desarrolla, proceso que no finaliza hasta pasada la adolescencia, los niños podrán ir aprendiendo las funciones ejecutivas. Su cerebro ejecutivo atará en corto a su cerebro emocional, y serán capaces de autocontrolarse, podrán trazar planes y estrategias, fijar objetivos, solucionar problemas, tomar decisiones racionales, ser más creativos y aplazar recompensas. Los berrinches por cualquier nimiedad darán paso a una conducta más racional.

Los adultos no tienen excusas. Simplemente, no han aprendido cómo combatir la frustración.

Cómo combatir la frustración

BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA FILOSÓFICA

En este momento histórico la inclinación humana hacia lo material ha alcanzado niveles nunca antes vistos. En la era del bienestar tenemos las necesidades básicas satisfechas. Nuestra motivación no es buscar alimento y refugio. Aprovechando la coyuntura, los medios (publicidad y marketing) se han propuesto cambiar nuestros valores e ideas y han acabado convenciéndonos de que el secreto de la felicidad se encuentra en las posesiones materiales.

Se nos han presentado un sinfín de necesidades que, en realidad, no lo son. Ya no diferenciamos entre necesidad y deseo (o capricho). La prioridad es consumir y para ello se requiere dinero. De ahí que los únicos valores que deben regir nuestras vidas sean el éxito y el poder. Nuestro egoísmo y egocentrismo se han inflado hasta casi reventar.

Por otro lado, en la aldea global en que vivimos, el otro lado del mundo se encuentra a unas horas y un puñado de monedas. Una ingente cantidad de información, bienes y servicios está disponible en décimas de segundo y tan sólo con mover un dedo. Al menos en occidente nos hemos hecho a la vida cómoda, a lo rápido y express.   

No es de extrañar que la baja tolerancia a la frustración sea una incómoda y desagradable compañera del viaje por este mundo. Actualmente, la humanidad tiene deseos infinitos y recursos limitados. Además, requiere la satisfacción de sus caprichos a la voz de ¡ya!. Hemos acabado no sabiendo cómo combatir la frustración. Hemos perdido importantes virtudes como la fortaleza, la paciencia, la templanza e incluso la humildad.

La fortaleza y la paciencia

Son virtudes íntimamente relacionadas. La persona fuerte disfruta de la capacidad para soportar con firmeza, superar decididamente y tolerar los obstáculos que se interponen entre ella, la realización de sus planes y la consecución de sus objetivos. La fortaleza vencerá el miedo al fracaso que presenta todo aquel que es esclavo de la frustración. Al mismo tiempo, una persona paciente sabrá esperar, sin perturbarse ni lamentarse, a que las cosas que se esperan lleguen a suceder.

[bctt tweet=»Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza. -Julio César-» username=»»]

La templanza y la humildad

La templanza es la virtud que caracteriza a quienes poseen dominio propio. Estas personas son contenidas, moderadas y sobrias, capaces de controlar sus pasiones y de poner freno a sus impulsos.

[bctt tweet=»El afán, aun de las cosas muy buenas; debe ser templado y reposado. -Cicerón-» username=»»]

Un individuo sin humildad suele ser egoísta, egocéntrico y muy apegado a lo material. Todos sus empeños pivotan en torno al centro del mundo, que no es otra cosa que él mismo. Su opinión es verdad absoluta y sus deseos, órdenes. Creen que el mundo está a su disposición. Esperan que se reconozca su esfuerzo, sus logros, porque lo merecen. Y si algo no sale como esperaban, su inflado ego siempre busca responsable fuera de sí mismo.

BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA

Como hemos mencionado, los niños presentan una baja tolerancia a la frustración. Durante el desarrollo cerebral y proceso de aprendizaje van adquiriendo aptitudes para manejarla. De ahí que en las primeras etapas de la vida deba enseñárseles cómo combatir la frustración.

Sin embargo, observamos actualmente una humanidad adulta “infantiloide”, que parece no haber desarrollado las estrategias necesarias para afrontar la frustración. La causa esencial es la sobreprotección parental. Los padres de la era del bienestar hemos querido convertir la vida de nuestros hijos en una situación idílica y perfecta. Los hemos envuelto con ropajes de fina seda y refugiado en una burbuja de cristal precioso. Nuestra bienintencionada conducta ha traído como consecuencia la aparición frecuente de problemas en adolescentes y adultos. La humanidad joven exhibe escasa habilidad para superar inconvenientes, obstáculos y solucionar problemas. Peor aún, presentan dependencia externa para ser felices.

Cómo combatir la frustración: no sobreproteja

Es cuando menos curioso que en la popular serie Vikingos nos enseñen a enmascarar a nuestros hijos la realidad espinosa del mundo. En una escena de la quinta temporada, la legendaria guerrera vikinga Lathgertha se pregunta cómo podría instruir a sus hijos pequeños acerca de la crueldad de la existencia. Su interlocutor le recomienda no preocuparse, porque sus hijos aprenderán por su cuenta más adelante ¿Cómo un aguerrido vikingo debe dejar de instruir a sus hijos para que llegados a la vida adulta se den de bruces con la cruda realidad? 

Enseñe a sus hijos cómo combatir la frustración. Para ello no cree un mundo fantástico a su alrededor. Ponga límites a sus hijos. No les dé todo hecho. Enséñeles el valor del esfuerzo. Ni se le ocurra ceder ante sus berrinches y pataletas. Aprenda a decir NO. Así desarrollarán las valiosas herramientas para manejar la frustración. Pero sobre este asunto escribiremos en otra ocasión. 

Características psicológicas de la persona con baja tolerancia a la frustración

Toda persona con baja tolerancia a la frustración presenta ciertas peculiaridades comunes:

  • Su estructura mental se encuentra plagada de creencias erróneas e irracionales. De esta característica emana buena parte de su actitud.
  • Escaso autocontrol. Sus deseos insatisfechos se expresan a través de desbordamientos emocionales desproporcionados y conductas no aceptables. La ira, cólera e irritabilidad son signos de frustración. Léase La ira: causa, efectos y cómo controlarla. 

La ira y la cólera pueden ser signos de frustración

  • Posee la tendencia de querer controlar todo.
  • No es capaz de diferenciar un deseo de una necesidad.
  • Impaciencia, exigencia.
  • Su escasa flexibilidad le dificulta adaptarse a las nuevas situaciones.
  • Se engaña a sí misma.
  • Distorsiona la realidad y niegan los hechos.
  • No atienden a razones ni ven el núcleo del problema. Es decir, están sordos y ciegos.
  • No hace otra cosa que justificarse con tal de no enfrentarse a la realidad.
  • Centra toda su atención en los aspectos negativos de las situaciones.
  • Proyecta su frustración hacia los demás, a quienes culpabilizan de lo que les sucede.
  • Las emociones y conductas negativas asociadas a la frustración perjudican la capacidad de tomar decisiones racionales.
  • Asimismo, presenta déficits en la habilidad para planificar, establecer objetivos y solucionar problemas.
  • Se siente incompetente, impotente y atrapada en una situación sin solución.
  • Sentimiento de amargura, decepción y, lo que es peor, de fracaso perenne.

Las desagradables emociones de la frustración

  • Acaba teniendo miedo al fracaso (si es que no lo tuvo desde siempre). El temor bloquea, paraliza o posterga cualquier tentativa de desarrollo personal y autorrealización. Además, induce al abandono de cualquier proyecto vital (tendencia a tirar la toalla al mínimo revés).
  • Su rendimiento en todos los aspectos y las relaciones sociales se ven afectadas.
  • Reacciones de evitación, aislamiento y resignación.
  • La desmotivación e insatisfacción arraigada en su vida conduce a un sentimiento de infelicidad. Aparece la tristeza y la ansiedad.

CÓMO COMBATIR LA FRUSTRACIÓN

La buena noticia es que ejercitándose usted podrá incrementar la tolerancia a la frustración. No sólo tardará más en frustrarse, sino que requerirá situaciones intensamente frustrantes para desencadenar las desagradables emociones asociadas. Llegará el momento en que las contrariedades que en el pasado le desesperaban le parecerán absurdas. No lo deje para mañana, aprenda hoy cómo combatir la frustración.

ACEPTE

La aceptación es el primer gran paso para aprender cómo combatir la frustración. Usted debe aceptar que:

Nadie está libre de la frustración

No se autoengañe: nadie se libra de la frustración. Acéptela como parte de su viaje vital. Es normal sentirse frustrado cuando no se consigue lo que se desea. Más aún, si hemos invertido tiempo y esfuerzo en ello. No puede evitar la frustración. Lo que sí puede, y debe, es controlarla, dominarla, gestionarla, combatirla e impedir que gobierne su vida.

Ni siquiera los gigantes espirituales se libraron de la frustración. No crea a quien le asegure que alejándose del mundanal ruido y trabajando el desapego, usted se liberará de ella. Si huye, la frustración le perseguirá con más ahínco. Debe enfrentarla. 

Que no le esclavice la frustración

Que no le esclavice la frustración

Los budistas tienen razón al afirmar que la ignorancia es el origen del sufrimiento. Si ignoramos lo pasajero y fugaz de la existencia material, viviendo como si no fuésemos a morir, llegamos a creer que nuestra felicidad se sustenta en lo efímero. El apego a lo perecedero está en el origen de nuestros ilimitados deseos. El budismo (y el resto de tradiciones espirituales) nos enseña que existen valores más valiosos que el éxito y el poder para nuestra autorrealización. Tenga esto en cuenta.

De ahí que el practicante budista quiera iluminarse, pero mientras dura el proceso (puede llevar décadas) no deja de desear. De hecho desea la iluminación y el cese del sufrimiento. En cualquier caso, el budista aprende a disfrutar del largo camino. No obstante, en ningún caso deja de frustrarse, porque el camino no es fácil y está repleto de obstáculos. 

¿Y cuando se ilumina qué? Permítanos dudar de que se libre de la frustración. Mientras viva seguirá con ella a cuestas. Habrá alcanzado una tolerancia extrema a la frustración, pero no la habrá erradicado. 

Las palabras tienen poder

Acepte que las palabras pueden esclavizarle. Este punto es de vital importancia. Deje de quejarse, de maldecir su suerte, de emitir expresiones como “no puedo”, “no saldrá bien”, “siempre me sucede a mí”, etc.

Evite hacerse la víctima y echar la culpa a los que le rodean. No proyecte su rabia, sea verbal o mentalmente (la mente también funciona con palabras), sobre los demás. Sus palabras y pensamientos negativos crearán un entorno cada vez más frustrante. Su frustración le esclavizará. Rompa ese círculo vicioso y empiece por cerrar el pico. Si controla lo que dice, habrá logrado una gran victoria. Más difícil es dominar el pensamiento, pero trabajando con perseverancia conseguirá doblegarlo. Al controlar lo que piensa y dice, el resto del camino se enderezará casi por arte de magia. 

Las palabras tienen poder

Comience por domar su lengua:

“Cuando ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, podemos controlar todo el animal. Fíjense también en los barcos. A pesar de ser tan grandes y de ser impulsados por fuertes vientos, se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto. Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida.” Epístola universal de Santiago

Nadie puede controlarlo todo

Acepte que no puede dominar todo. Aprenda a distinguir lo que se encuentra bajo su control de lo que no. Acepte que la complejidad de la existencia la hace incontrolable. Si no erradica la creencia irracional y errada según la cual usted puede dirigir las dinámicas mudables de lo que le rodea, acarreará sobre sus espaldas un problema el resto de su vida. Asimile que, en muchas ocasiones, las cosas no dependen de su voluntad y ocurren sin que pueda controlarlas. Ni suceden cómo ni cuándo lo deseamos.

Lo que sí depende de usted es su pensamiento y sus acciones. Sería preferible, por tanto, que enfocase su tendencia al control en controlarse a usted mismo. Cambie, y seguro que el mundo incontrolable cambiará a su alrededor. Evalúe la situación. Identifique las causas de su frustración y acepte lo que no puede cambiar. Lea Epicteto, el estoico de la libertad

No trate de controlarlo todo

Nadie es perfecto

Relacionado con el apartado anterior, encontramos la creencia limitante acerca de la posibilidad de alcanzar la perfección. Realice cualquier actividad, establezca metas, trace un plan, tome decisiones y hágalo lo mejor que pueda. Pero no busque la perfección, pues podría paralizar, retrasar o acabar con su proyecto. En cualquier caso, acepte que puede equivocarse y fallar.

Del mismo modo que puede errar, también tiene la posibilidad de corregir y rectificar. No se rinda, no tire la toalla. Aprenda de sus errores y busque soluciones alternativas al problema. Abra su mente y deje de dar cabezazos contrae la misma pared. Cálmese, respire profundo y evalué la situación. Pregúntese qué hizo mal, en qué falló, identifique las cosas que puede cambiar y rediseñe sus estrategias.

El mundo no está a su disposición ni gira a su alrededor

Abandone el egocentrismo. Acepte que las visiones del mundo de los que le rodean no deben coincidir necesariamente con la suya. Los deseos, expectativas, actitudes, creencias de las personas son diferentes. En lugar de buscar el enfrentamiento, aproveche la oportunidad que ofrece la diversidad para aprender, para desarrollarse y conocerse mejor.

Acepte que no puede controlar a los demás ni obligarlos a que piensen y actúen como quiera. Por lo tanto, comprenda que los que le rodean no se encuentran a su disposición para satisfacer sus deseos. No dependa de nadie para ser feliz.

Por el contrario, haga un esfuerzo de desprendimiento del ego. Niéguese a sí mismo y ayude a los demás. Piense en los que le rodean, en que su conducta y explosiones emocionales intoxican las relaciones. Léase: El ego, qué es y cómo nos afecta

Egolatría

SEA CONSCIENTE

Saber cómo combatir la frustración no es tan difícil. Llevarlo a la práctica le resultará más complicado. No tanto la aceptación, sino la toma de conciencia. No obstante, con una pequeña dosis de paciencia y persistencia lo conseguirá.

Para evitar que las emociones negativas lo dobleguen y controlen debe poner en marcha su razón. Cuando se afirma que debe existir un equilibrio entre emoción y razón, se hace referencia a la emoción positiva. Si bien las emociones positivas ayudan en los procesos de razonamiento (siempre que no sean excesivas), las negativas los obstaculizan y ralentizan. Sea consciente de ello. Antes de tomar una decisión, de trazar un plan, de resolver un problema, etc., asegúrese de que la emoción negativa permanece bajo control. De lo contrario, podría equivocarse y fallar nuevamente.

Las emociones negativas nublan la razón

Las emociones negativas nublan la razón

Sea consciente de esas emociones que lo invaden. Tomar consciencia es el modo más destacable para superar y solucionar cualquier problema. Sea de la índole que sea. Así que trate de reflexionar sinceramente sobre la emoción. ¡Recuerde! Debe ser un ejercicio racional de sinceridad. Pregúntese qué situación la desencadena, qué pensamientos o ideas asaltan su mente, qué responsabilidad tiene en lo que sucede…

Si llega a la conclusión de que la causa de su reacción y emoción es una situación que escapa a su control, recuerde el epígrafe anterior. Acepte que no puede controlarlo todo. Si por el contrario, deduce que ha provocado usted la situación, trate con humildad de no repetir el patrón de errores que la ocasionaron.  

Sea consciente de su enfoque

Sea consciente de que en muchas ocasiones el meollo del problema se encuentra en su enfoque. Reemplace el pensamiento negativo por el positivo. No centre su atención en lo que no tiene y diríjala hacia lo que quiere. Darle vueltas a lo que no tiene bloqueará todo intento de trazar un plan. La frustración está servida, si no escapa del pensamiento recurrente “no tengo”. En cambio, enfocarse en lo que desea, incrementará su motivación y hasta le resultará emocionante el diseño de una estrategia.

[bctt tweet=»Los perdedores ven tormentas, los ganadores ven el arco iris. ¡Los perdedores ven carreteras heladas, los ganadores se ponen sus patines de hielo! -Denis Waitley-» username=»»]

LA FRUSTRACIÓN ES UNA GRAN OPORTUNIDAD

Aunque amarga y dolorosa, considere la frustración como una oportunidad preciosa para aprender. Cuando haya aceptado la frustración, tome conciencia de ella, de cómo llegó a la situación en la que se encuentra. Una vez haya encontrado el origen, determine qué hará y cómo reaccionará desde ese momento en adelante. Rediseñe su estrategia. Le aseguramos que acabará agradeciendo la presencia de la frustración.

No huya. La frustración es una gran oportunidad

No huya. La frustración es una gran oportunidad

Le contaremos una historia que ejemplifica bien este asunto. En la consulta se presentó una joven con un estreñimiento no controlable, excepto con astringentes radicales. No quería ser dependiente de estos remedios. Su frustración era tremenda al no satisfacer su deseo imperioso de hallar solución al problema.

Le recomendamos algunos remedios naturales para depurar y activar la función natural de su intestino, así como una tabla de ejercicios físicos y mentales. Al mismo tiempo le enseñamos cómo tomar consciencia del problema. Durante un tiempo analizó metódica y sistemáticamente su dieta, tal como le habíamos enseñado. Hizo diferentes pruebas, ensayando combinaciones de alimentos. Descubrió que el problema radicaba en los lácteos. Tomó la determinación de eliminar ese alimento de su dieta y no volvió a sufrir de estreñimiento.

[bctt tweet=»Un pesimista es aquel que crea dificultades a partir de sus oportunidades. Y un optimista es aquel que crea oportunidades a partir de sus dificultades. -Harry Spencer Truman-» username=»»]

Sea agradecido

Agradezca las situaciones difíciles, los obstáculos y los contextos complicados. De buen seguro que si permanecemos atentos, aprenderemos mucho de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Sea agradecido. Dé gracias, porque la adversidad puede ser una oportunidad para nuestro desarrollo como humanidad.

[bctt tweet=»No hay árbol recio ni consistente sino aquel que el viento azota con frecuencia. -Séneca-» username=»»]

Cuando se ejercite y un simpático insecto penetre en su fosa nasal, tómelo con humor. Pregúntese por qué entre tanto espacio vacío ha debido parar el bichito en su nariz. Tal vez descubra que algún aspecto de su vida no “huele bien” o que necesita reírse más, como cuando nos hacen cosquillas con una pluma en la nariz. 

Si la cola del tráfico se hace insoportable, encienda la radio o lea las noticias del móvil. Quién sabe si en ese momento emiten un programa o le aparece una noticia que le proporcione solución a algún problema. Agradezca ese momento.

Agradezca incluso las adversidades

Si yendo de viaje, se pincha una rueda del coche. No ceda a la rabia. Desinfle un poco su ego, quite presión a su vida. No pierde nada por llegar un poco más tarde a su destino. El destino no se irá. Arregle la avería y en el primer paraje, párese. Extienda una manta en el suelo, bajo la sombra de un árbol y disfrute de una frugal comida con su familia. 

Si trabajando en el salón de su casa o viendo la película del siglo, a su hijo, que juega a su lado, se le escapa la pelotita de plástico y acaba impactando en su cabeza, no se lance como un energúmeno a interrumpir la diversión del niño. Respire profundo, cálmese y apague el ordenador o la televisión. Ya continuará en otro momento o verá la película en otra ocasión. Comparta unos minutos de juego con él, arrodíllese y abrace a su hijo. Agradezca ese momento.

Las causalidades no existen y todo sucede por una buena razón

¿Quiere saber cómo combatir la frustración con eficacia? Pues considere lo siguiente: todo lo que sucede nos trae un mensaje. Si pudiera comprender esta verdad, acabaría controlando buena parte de las situaciones que lo estresan. Pero “…esto es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión…”

CÓMO COMBATIR LA FRUSTRACIÓN CON LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA

Según la medicina tradicional china el hígado asegura el correcto flujo de la energía corporal. Está relacionado con la capacidad de tomar decisiones, de elegir, de planificar y proyectar. Asimismo, guarda relación con la creatividad, la imaginación, la motivación, el coraje y la iniciativa. Cuando el hígado no funciona correctamente aparecen, entre otros síntomas, emociones negativas como la frustración, la ira, la amargura, la cólera reprimida, la irritación, etc.

Para mantener un hígado sano siga las recomendaciones dietéticas que propusimos en el post sobre la astenia primaveral. ¡Ah! y deje de enfadarse. Esta emoción, junto a las citadas, destrozan el hígado. 

Cómo combatir la frustración según la Medicina China

CÓMO COMBATIR LA FRUSTRACIÓN. OTROS CONSEJOS Y RESUMEN

  • El dinero, el poder y el éxito no son lo más importante. Que no le coman el coco los medios. El amor, respecto, honestidad, lealtad, libertad, justicia,… son con diferencia más valiosos para su autorrealización. Cultívelos y ejercite las virtudes anteriormente citadas. Quién sabe si lo demás no le vendrá dado por añadidura. 
  • Olvídese de ejercer el control. Trate de controlar sólo lo que esté a su alcance. Deje que las cosas maduren a su ritmo. Ejercítese en el Wu wei Zen (no acción), que no significa no hacer nada en absoluto. Trabaje el “no afanarse” de Jehoshua, porque “¿quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
  • En cambio, practique el autocontrol. No permita que las emociones gobiernen su vida. Usted decide, no ellas.
  • Identifique los esquemas mentales falsos y cámbielos. 
  • Acepte que no puede escapar de la frustración, que el mundo no está a su disposición, que las palabras tienen poder y no busque la perfección.
  • Cambie su enfoque. No piense sólo en lo negativo ni en lo que no posee. Trace un plan y disfrute del emocionante camino. Identifique sus fortalezas y sea humilde para reconocer sus limitaciones.
  • Practique relajación y meditación.
  • Cuide su hígado.
  • Realice actividad física.

P´REZ&MÜLLER

Aprenda a gestionar la frustración

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